El Fundom siempre fue el lugar favorito de (t/n) para pasar el tiempo junto a sus amigas Chiara, Celeste y Bia. En ese mismo lugar ella se enamoró de alguien a primera vista y fue realmente mágico. El problema era que ese alguien era Manuel. El actu...
Me quedo parada sin poder decir nada. Seguramente estoy soñando. Me pellizco el brazo pero no... sigo en la cocina con la noticia de que nos iremos en unos días al otro lado del mundo. Dejando absolutamente todo lo que conozco aquí.
-Mamá...- digo con dificultad.- no puedo irme. No quiero dejar todo aquí, la escuela...
-Por eso no te preocupes, vas a ir a una muy bonita escuela en Italia. Ya veras que te sentirás como en casa.- dice mirándome.
-No mamá. No lo voy a hacer. Esta en mi casa y aquí... tengo todo. No quiero irme.- digo empezando a llorar.
-(t/n)...- dice acercándose a mi.- se que no queres irte y yo tampoco pero, no tenemos opción. Es un buen trabajo y no vamos a tener que estarnos preocupando para poder pagar las cuentas cada mes.- dice poniendo sus manos en mis hombros.
-Entonces... el dinero es problema. Puedo ir a Laix y rogarle a Marcos que me devuelva mi trabajo o pasear perros y...- comienzo a llorar más.
-hija, no. Ya no hay nada que se pueda hacer. Lo hago por nosotras.- dice y niego con la cabeza.
-¿y que voy a hacer con Manuel?- digo entre lágrimas.
-Si el amor es fuerte, un océano de por medio no los alejará.- me besa la frente y me abraza mientras yo no puedo parar de llorar.
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Toda la noche pase llorando pero también pensando. Debo contarle a Manuel porque en unos días me iré y... aún no se que haremos. Me costó entender lo que me dijo mamá, de que un océano de por medio no nos separaría. Ella no se refería a físicamente sino a nuestro amor. Que ni un mar podría romperlo, a menos que no fuese fuerte. Por ello estaba dispuesta a contarle todo a Manuel y preguntarle si querría estar conmigo aún así. Esperaba que dijera que sí. En serio. Mamá ya había llevado unas cajas para empezar a guardar todo porque pronto nos iríamos y no estaba lista para ser sincera. Dejaría mi hogar y todo lo que viví. Antes de irme al Fundom, comencé a guardar algunas cosas en las cajas como libros y revistas. Todo esto sinceramente me deprime.
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