Ladrona

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De todas las personas que podían haber aparecido, tenía que ser Bia. Tengo mala suerte, miro a Manuel, bueno no... tenemos mala suerte. Ella se cruza de brazos y levanta una ceja esperando una respuesta. Cuando estoy por contestarle para inventarme algo alguien aparece detrás de ella... ¿es Luan?

-¡Hola, chicos!- dice Luan acercándose a nosotros. Manuel le da un abrazo. Luego Luan se gira a mi y me abraza.

-Volviste.- digo y el asiente con una sonrisa.- ¿Tan rápido?

-Ah, bueno si queres me regreso...- dice con un tono de broma. Yo rio.

-Sabes que no me refería a eso.- digo.

-Bueno, yo se que si.- me guiña el ojo.- la verdad es que me sentía abrumado. Demasiada tecnología y... no se. Fue mucho. Así que me estoy tomando unas vacaciones.- yo me le quedo viendo sabiendo que esas no son las razones principales.- y también extrañaba a Pixie.


-Ahora si te creo.- dice Manuel con una pequeña risa.


-Qué malos, chicos. ¿por que no vienen conmigo y les cuento como me fue?- dice y asiento.


-Si.- digo y miro a Manuel. El también asiente.
Me acerco a Luan y pasa su brazo por mi hombro.

-Y Pietro cocinó algún muy rico.- dice.

-Me vendría bien.- digo. Avanzamos un poco cuando giro mi cabeza hacia Manuel. Bia parece decirle algo pero Manuel niega con la cabeza muy molesto y la pasa de largo siguiéndonos.

-Iba a estar feo eso...- dice Luan en voz baja mientras entramos al living.


-¿Nos escuchaste?- digo y el asiente. Manuel viene detrás de nosotros.- Entonces... ¿eso de saludarnos fue planeado?

-Bueno, yo no lo llamaría así. Si quería saludarlos y me parece que ese fue el momento indicado.- dice sentándose en el sillón individual.


-Salvados por la campana.- digo sentándome en el sillón. Manuel se sienta a mi lado y parece distraído. Seguro fue Bia. Algo le dijo que lo dejó así. Claro, ¿Qué mas podría ser?

-¿Les importa si voy por Doc?- dice Manuel algo serio.

-Dale.- dice Luan.- Creo que la vi en el jardín.- Manuel asiente. Me dedica una pequeña sonrisa y se va a buscarla.- ¿Manuel esta bien? Lo veo... distinto.

-Ha pasado por mucho... mentiras... y de todo. El es muy bueno ¿sabes? No merece eso. Es un chico con un corazón enorme.- digo mirando mis manos.

-Sera mi impresión o... ¿ya le dijiste que te gusta?-. Dice y eso provoca una risa. El se inclina poniendo sus codos sobre sus piernas.

-No se te escapa nada ¿verdad?- digo y el niega con la cabeza moviendo su cabello muy orgulloso.

-Nope.

-Claro que no.- digo y lo miro.- ya lo hice. Por supuesto que si y por suerte, el siente lo mismo.

-Me alegro mucho por vos.- dice acercando su mano a mi hombro.

Siempre fuiste tú. | (Manuel y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora