"El Fundom ahora es de Laix", se que lo había escuchado bien. Casi no había podido dormir por ello. Tenía que contárselos a los del Fundom pero, seguramente todos seguían teniendo mala opinión de mi. Es decir, ¿Por qué iban a creerme a mi? Sí yo era tan mala persona como había dicho la cobra. Que por cierto, aún debía descubrir de quien se trataba. Aunque había otra posibilidad... podían creer por haber formado parte de Laix, aún así es poco probable. No había podido contarle a nadie. Manuel no había contestado ningún de mis mensajes así que deje de insistir. Tenía que empezar a hacerme la idea de que lo mío con Manuel era imposible. Lo nuestro es imposible.
Aún así quería ver cómo hacerles saber a los chicos que ya era muy tarde para ayudar. Por eso me levanto de mi cama y me arreglo para irme.En el camino paso por un parque que pocas veces suelo frecuentar. Hoy decidí hacerlo para no cruzarme con Manuel. No quería verle, así como el seguramente no deseaba verme. Así que esto era mejor.
Voy caminando tranquila cuando a lo lejos veo a una chica montada en unos patines. Es muy ágil, parece profesional. Sigo caminando y ella sigue patinando. Cuando va cerca de mi, hace un movimiento que seguramente le habría salido bien si se hubiese fijado que había alguien al frente. Provocando que se haga a un lado chocando conmigo y empujándome al suelo.
Las dos caemos al suelo, a lados contrarios. Como puedo me siento en el suelo y tengo las rodillas raspadas. Mal día para ponerse vestido. Estoy intentando levantarme cuando la chica de los patines se acerca a mi estirando sus manos a mi para ayudarme.-Discúlpame, discúlpame.- repite mientras me ayuda a levantarme. Yo me limpio atrás la tierra y la miro, parece preocupada.- es que no te vi, en serio disculpame. ¿Estas bien?
-Si, no pasa nada.- digo mirándome las rodillas. Ella lo nota y me las mira.
-¡Ay, no! Te lastimaste. Déjame ayudarte.- dice queriéndome agarrar el brazo.
-No pasa nada, estoy bien.- digo queriendo dar un paso pero me tengo al sentir ardor y dolor en ambas rodillas.
-Ven, aquí hay una banca.- dice tomándome del brazo y ayudándome a sentarme en una banca. Ella se sienta a mi lado y me mira las rodillas.- en serio discúlpame. Por eso siempre digo, hay que usar protecciones a la hora de patinar. Solo que esta vez fue un accidente de patines... sin andar en unos.
-Tienes razón.- digo- y recomiendo ver siempre al frente para no chocarte con nadie.
-Si...- dice con una risa.- es que siempre siempre ando distraída.- dice sonriendo.
-Con la cabeza en la luna, diría yo.- dice un chico igualmente en patines frente a nosotras. Es un chico bien parecido y alto.
-No seas exagerado, chico fresa.- dice ella poniendo sus manos en la cintura.- puedes darme mi mochila, por favor.
-Si.- dice dándole la mochila que llevaba al hombro. El chico me mira las rodillas.- ¿Qué hiciste ahora?
-Hey...- dice abriendo su mochila.- ¿Por qué supones que fui yo?
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Siempre fuiste tú. | (Manuel y tu)
Novela JuvenilEl Fundom siempre fue el lugar favorito de (t/n) para pasar el tiempo junto a sus amigas Chiara, Celeste y Bia. En ese mismo lugar ella se enamoró de alguien a primera vista y fue realmente mágico. El problema era que ese alguien era Manuel. El actu...