El tiempo era realmente relativo, los más de veinte años de su vida se le habían pasado de forma rápida pero aún podía recordar fechas con exactitud y sentir que hubo años en los que los meses fueron especialmente largos. Ahora, sin embargo, sentía que todo lo que había vivido hasta ese momento con Kagome se había pasado como un suspiro: todo había avanzado tan rápido.
Desde el primer día que estuvieron juntos hasta la actualidad, parecían un suspiro dado por alguien que había aspirado de forma fuerte y prologada, atrayéndolos en medio de aquella acción para después dar una respiración profunda dónde ambos compartirían un periodo de tiempo antes de finalmente estar juntos para luego establecerse en compañía un suave suspiro en el tiempo lleno de un deseo cumplido.
Sin embargo, ¿cómo darle importancia a lo corto que le parecía todo lo que habían pasado juntos si todavía les quedaba demasiado por compartir? Aunque era inevitable pensar que cada vez el tiempo le parecía más corto, más insuficiente para realizar el montón de cosas de las que siempre hablaban cuando estaban solos y a oscuras en la complicidad de su habitación, la sortija de su prometida que brillaba con los rayos del sol mientras jugaba con Yakō, le hacia recordar que, si realmente el tiempo de ambos era un suspiro en el tiempo, todavía les quedaban muchos suspiros más.
Suspiros de tiempo que los mantendrían uno al lado del otro.
Suspiros que al final del día, eran sus mayores tesoros.
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Otoño
Fanfiction[AU/Serie de drabbles] Y mientras las hojas cambian de color, su lazo se fortalece entre días cortos y noches largas. *Los personajes de InuYasha pertenecen a Rumiko Takahashi, yo sólo los tomo prestados sin ánimo de lucro. *Esta historia también se...