Capítulo V

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Estaba de lo más concentrada intentando hacer un agujero en el suelo con un vaso y una cuchara cuando escuché pasos en el pasillo, lancé el vaso y la cuchara al otro lado de la habitación por instinto y me quede quieta, por primera vez agradecí a mis instintos más primitivos pues cuando dos señores entraron y me tomaron por los brazos para sacarme del lugar y llevarme a la "cámara de torturas" hubiese estado más que segura de que me hubiesen pegado un par de patadas si es que me veían haciendo un agujero en el suelo.

Esta vez me amarraron a un mesa, mientras ellos intentaban amarrarme a la mesa yo me movía de la forma que pudiera hasta que uno de los hombres tomó un palo y me golpeó en el estómago con odio haciendo que me retorciera y tosiera.

— Jefe está lista — dijo un hombre de voz grave una vez que me tuvieron amarrada.

— Bien, Habla — dijo el "jefe" y yo negué con la cabeza, sentí algo frío y filudo recorrer mi abdomen — Vamos con más calma, hoy tengo un poco más de paciencia ¿Que sabes de Gregsons Corp? — preguntó el hombre.

— Gregson es la dueña, el directorio está compuesto por Alessia, Joseph, Wilohuberg y creo que García — le dije sin siquiera pensarlo, era información que encontrabas en internet.

— ¿Conoces a alguno de ellos? — Asentí con la cabeza — Te escuchó.

— A casi todos, menos a Wilohuberg nunca está en la oficina y nunca lo eh visto — note como al pronunciar el apellido al señor se le tensaba la mandíbula y yo hacía un esfuerzo sobre humano para recordar cada facción de él, así si salía del lugar podría buscarlo de alguna forma.

— ¿Que tipo de relación tienes con esa gente?

— Meramente profesional, menos con Gregson — una parte de mí rogaba para que separara el frío metal del cuchillo de mi torso, envés de eso lo deslizo por la parte interna de mi muslo.

— Te escuchó.

— Es mi esposa — le informé y por un segundo pude ver un ápice de miedo en su mirada.

— Mientes — sentí cómo ejercía presión en la parte interna de mi muslo.

— Pregúntame lo que quieras, te lo puedo demostrar — le dije con rapidez para que no me hiciera más cortes pues tenía suficiente con los latigazos de la espalda.

— Te escuchó — volvió a decir y yo busqué la forma más rápida de demostrar que Ad era mi esposa.

— Nuestro aniversario es una semana antes del cumpleaños de Adelina, esta de cumpleaños en Julio 23, tengo una hija que está de cumpleaños en Octubre 6, es más esta semana era su cumpleaños y y y y el número de teléfono de Ad es 94x68x38x — dije con rapidez buscando convencerlo y creyendo que si lograba eso me dejaría ir.

— ¿Como se llama la persona que trabaja para Gregson? La que hace esos trabajos sucios — yo me quede mirándole.

— No se de que hablas.

— Eres una mentirosa — solté un chillido de dolor al sentir el cuchillo abrir mi piel en el muslo, pero con eso solo conseguí que él continuara moviendo el cuchillo de forma descendente. — ¡HABLA! — gritó por sobre el grito gutural que estaba soltando yo.

— NO SE NADA — le grite apenas pudiendo hablar por el dolor — Le puedo decir cualquier cosa pero en serio no se de que habla — lloriquee cuando dejo el cuchillo quieto.

— ¿Que cosas me puedes decir? — pareció nteresado.

— ¿Que quiere saber? — pregunte con miedo y sentí cómo separaba el cuchillo de mi pierna cuando estaba por llegar a la rodilla.

Las Madres de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora