*P.O.V. Adelina*
Luego del susto que nos habíamos llevado con el padre de Lara y la posibilidad de que el cáncer hubiese vuelto lo primero que hice fue llevar a Lara al doctor para que le hicieran todos los chequeos necesarios, la verdad es que había sido una especie de chantaje.
— Te voy a llevar ¿Va? Pero primero tienes que ir a hacerte los chequeos médicos — ella me había estado molestando para que le llevara a un orfanato desde el día en que le dije que podíamos adoptar a un niño o niña.
Pero había terminado por acceder a la especie de chantaje que le había propuesto así que mientras que Diane estaba en la escuela yo había llevado a Lara al doctor, había olvidado que Lara no se llevaba de todo bien con los médicos, era una especie de repelente y que para hacer una tarea como esa debía tomarme el día libre, así que ahí estábamos sentadas en la sala de espera, Lara sentada a mi izquierda estaba inquieta movía la pierna constantemente mientras jugaba con su anillo.
— No me gusta esto — susurro mientras continuaba jugando con su anillo.
— Oye, es solo un chequeo, voy a estar contigo todo el tiempo ¿Va? — ella asintió con la cabeza y me tomó la mano.
Lara se quedó jugando con mi mano, con mis dedos y mi anillo, le daba vueltas me lo sacaba y me lo volvía poner mientras que yo me sostenía la cabeza con la mano libre y esperaba pacientemente a que el doctor nos llamara, la verdad es que el hecho de haber llevado a Lara al médico hubiese sido más rápido si es que la joyera no fuera tan reacia a el trato con los doctores así como el dar información o posibles antecedentes de enfermedades u operaciones, en resumen Lara era como una niña pequeña y si yo no estaba presente lo mas probable es que no hubiésemos llegado nunca a lo que querías.
— Bien, haremos exámenes de sangre y radiografías generales — dijo el doctor mientras miraba unos papeles y Lara me miró nerviosa.
— Oye tranquila, no te va a pasar nada, solo será un pinchazo y ya, después nos vamos a tomar helado ¿Va? — si algo recordaba de cuando estuvo embarazada de Diane era la parte de ir a comer helado luego de ir al doctor.
— Quiero odiarte Gregson— susurró y yo negué con la cabeza.
— Oye, una de las cosas que implican estar casadas, sobre todo si te casas con la hermana de una doctora, es hacer estas cosas.
— Agradesco que no me case con la doctora entonces — soltó con ironia y yo le di un leve golpe en el hombro.
La parte más complicada fue en la que le tenían que sacar sangre, Lara le tenía una especie de miedo inexplicable a las agujas y lo más sencillo fueron las radiografías, ni tan sencillo la verdad porque Lara insistía en moverse constantemente, solté un suspiro al notar que probablemente estaríamos en ese lugar una hora más si es que Lara no dejaba de moverse, así que decidí ir a hablar con ella y cuando estaba por salir de lo que era esa especie de sala en donde estaba junto al doctor para entrar a la sala de radiografías el doctor me detuvo.
— Señora no se lo recomiendo — mire al chico a cargo de tomar las radiografías y le sonreí.
— No me apetece estar una hora más en este lugar, tengo cosas que hacer, ahora o me deja ir a hablar con ella o lo hace usted cosa que no le recomiendo en absoluto — El chico no dijo nada la respecto y me acerqué a Lara — Arias si no te quedas tranquila vamos a estar una hora más en esto — ella me miró.
— No me gusta esto Gregson ya te lo dije
— Lo se y créeme que a mi tampoco me gusta tenerte así de nerviosa así que hazme el favor y quédate tranquila para que nos podamos ir rápido.
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Las Madres de la Mafia
Ficción GeneralCuarta parte de "La CEO" Que sea la cuarta parte no significa que estés obligadx a leer las tres partes anteriores ya que se comprende completamente la trama sin haber leído nada. - Me vas a decir que es lo que sabes o te ira realmente mal - me dij...