Capítulo XXIII

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Cuando Dai cumplió 3 años nos comenzamos a mover nuevamente, Daine tenía que empezar a ir a la escuela, Ad insistía en que empezáramos a buscar una escuela buena para poder inscribirla rápido y salir de ese drama de una vez, ella quería inscribirla en una de esas escuelas buenas, que son caras y que los maestros siempre dicen que son lo mejor de lo mejor cuando lo único que hacen bien es cobrar, en una de  esas escuelas la quería inscribir Ad.

Así que ese día miércoles me levante junto con Ad cerca de las 5 de la mañana como de costumbre, en lo que yo preparaba el desayuno Ad se duchaba, nuestros desayunos siempre eran en silencio a eso de la 5:45 pues para mi era muy temprano como para hablar, no me sentía capaz de formular palabra alguna que fuera coherente y Ad me ponía esa cara de que si le decía algo a esa hora me iba a sacar a patadas de la cocina así que mejor era evitar dramas.

Para cuando me puse ropa ya estaban dando cerca de la 8 de la mañana y no crean que me demoraba demasiado en vestirme de hecho me había tomado todo ese tiempo a propósito, Dai tenía que despertar no podíamos dejarla sola en la casa, es demasiado pequeña para eso y la segunda razón fue porque realmente tenía sueño, anoche había dormido considerablemente mal así que cuando me subí al auto en el siento del copiloto no me demoré demasiado en quedarme dormida otra vez y Ad me despertó cuando estábamos fuera de la escuela.

— ¿Estas muy cansada? — Me pregunto mientras se bajaba del auto con Dai y yo me estiraba un poco para bajar del auto.

— Dormí considerablemente mal anoche — Una vez me baje del auto cerré la puerta.

— Me di cuenta que te moviste mucho anoche — La mire un momento — Espero que no nos demoremos mucho en esto — asentí con la cabeza y seguí a Ad a través de la instalación escolar, no nos demoramos mucho en encontrar la oficina del director.

El señor nos recibió de forma amable nos dio un breve recorrido por la instalación, mientras nos decía lo maravillosa que era la escuela pero la verdad es que no podía estar menos interesada en lo que decía el señor, sabia como era una escuela promedio yo había estado en una escuela tenía algunos recuerdos aún muy presentes, además me había informado antes de ir a ese lugar para no llegar sabiendo nada pero estaba más concentrada en Diane la llevaba tomada por la mano y no fue hasta que salimos al jardín cuando todo ocurrió.

— ¿Cuál de las dos esta a cargo de la niña? — Preguntó y yo apreté la mandíbula.

— Ambas — respondió Ad de forma borde y yo la miraba desde un par de pasos detrás, no quería acercarme en caso de que se desatara la cuarta guerra mundial en el jardín de la escuela, pero algo me decía que aún que no quisiera tendría que acercarme a ella de todos modos.

— ¿Ambas? — Al parecer para el señor era un chiste eso de que dos mujeres estuvieran a cargo de una menor de edad.

— Si, ambas, estamos casadas — El señor frunció el ceño y luego asintió con la cabeza mire como Ad se movía en el lugar, ponía sus manos detrás de la espalda como hacia cada vez que la dejaba en alguna parte esperándome la izquierda sosteniendo la mano derecha, reaccione acercándome a ella, quede al lado de ella sosteniendo una de sus manos detrás de su espalda y mirando a Dai a quien había soltado para poder atender a la empresaria «Mi prioridad en este momento es no iniciar una guerra mundial» y aquí entre nos la verdad es que Dai no tenía las habilidades ni los métodos para hacer eso.

— En caso les pido disculpas por hacerlas perder su tiempo, pero tenemos un reglamento bastante estricto y una apariencia que mantener — sentí como la mano de Ad apretaba la mía al escuchar dicho comentario por parte del director.

Las Madres de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora