Capítulo XVIII

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Nota del autore (N.A): les vine a comunicar que luego de haber estado aproximadamente hora y media escuchando la misma canción mientras escribía el dichoso capítulo subi a Instagram una historia diciendo que la canción "Lovely de Billie Eilish" queda como predefinida como la canción del capítulo. Si quieren ponerle más emoción les recomiendo escuchar la canción mientras leen os avisare en que momento tendría que empezar la canción para que calce con el momento. Y ahora dicho esto pueden proceder a leer.

*P.O.V. Adelina*

Cuando logré recomponerme salí de la ducha y lo primero que hice fue ponerme pijama, no tenía el ánimo ni las ganas de hacer algo y me hubiese metido a la cama si es que no hubiese sido porque Lara, Dai y Dante usaban todo el espacio en la cama, salí de la habitación sin tener nada que hacer vague por la casa buscando algo en lo que ocuparme para distraerme pero no, todo parecía estar tranquilo y en orden, nada en lo que me pudiera distraer, me quede parada en la cocina buscando algo ¿Que? ¿Tan complicado era encontrar algo que hacer? Podía trabajar pero ni el ánimo tenía para eso.

— Oye — el susurro me hizo cerrar los ojos, Lara estaba detrás mío y lo último que quería era mirarla a la cara — ¿Todo bien? — seguía susurrando, yo no me moví solo respiré profundo.

— ¿Tu que crees? — se me formó un nudo en la garganta y me vi obligada a abrir levemente la boca para poder respirar «Respira, solo concéntrate en respirar, lo ultimo que necesitas es un ataque de ansiedad ahora, respira» Se formo un silencio ensordecedor en la cocina.

— Háblame — negué con la cabeza, aunque hubiese querido, las palabras simplemente no salían «Respira», me lleve una mano al cuello — Respira — no estaba segura si fue mi subconsciente o fue Lara la que lo había dicho pero quien fuera que lo dijo no ayudó en absolutamente nada — Estoy contigo — en algún momento la joyera se había acercado a mi y no me había dado cuenta, tomó mi mano con delicadeza y la puso en su cuello y sin querer con aquel gesto mi mente viajo al pasado.

— —
N.A: Inicia la canción.

— ¿Qué es lo que sientes? — me pregunto tomando mi mano y poniéndola en su cuello.

— Aún siento su mano, siento que me aprieta, no puedo respirar y no logro quitarme esa sensación, se siente tan real que de verdad a veces creo que es su mano, que... esta aquí — le dije mientras le hacía cariño, con delicadeza subi mi mano desde su cuello a su mejilla — siento que en algún momento te aburrirás de mí, de estar así y siento que te vas a ir y no quiero que te vayas — susurré aguantando las lágrimas.

— No me voy a ir a ningún lado a menos que me lo pidas — finalizó disfrutando cada caricia que le hacía, ¿Como podía ser tan perfecta? ¿Que había hecho para merecer a una persona como ella?

— — —

— ¿Que es lo que sientes? — me trajo de vuelta, estábamos en la cocina, no en la casa rodante hace un poco más de 3 años atrás.

— Estoy desesperada, no puedo respirar, no puedo controlar mis emociones — le confesé en un hilo de voz que salió ronco por la presión que sentía en la garganta — Estoy tratando de aferrarme a algo pero no encuentro nada, me siento sola — una lagrima silenciosa cayó por mi mejilla — Se que necesitas tiempo, pero necesito a mi esposa más que nunca — quite mi mano de su cuello y antes de que pudiera alejarla por completo ella la tomó y nos miramos — ¿Sabes porque Vanessa está aquí? — susurre en un tono quebradizo y ella negó — Cuando falleció mi padre, ella fue la única que pudo contenerme — desvíe mi mirada al suelo, a mis pies descalzos y vi una lagrima caer al suelo — Cuando llegaste a mi oficina ese día que Jonathan te golpeó me dije a mi misma "Si no es ella ¿Quién más?" Y por un momento creí qué tal vez y por primera vez algo en mi vida saldría bien — me alejé un par de pasos de ella — Pero nunca creí que mi salud mental estuviera en juego, no a este nivel — me lleve una mano a la cara y me refregué los ojos — Nos casamos y todo parecía tan Bueno, lindo y sincero que si esto fuera una historia pudo haber terminado en ese punto final, luego del nacimiento de Diane y el resto que fuera lo que dios quisiera — la miré ella estaba descolócada algo me decía que no entendía de que es lo que hablaba — Tu hacías que todo se viera sencillo, un par de llamadas y ya estaba todo solucionado ¿Puedes hacer esto sea más sencillo para mi? ¿Te puedo pedir eso o es mucho pedir en este momento? — una vez más nos quedamos mirando y yo apreté la mandíbula para no llorar — ¿Te puedo pedir a mi esposa? — cerré los ojos con fuerza antes de ponerme a llorar y sentí a Lara abrazándome.

Las Madres de la MafiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora