Jennie.
- Buenos días - dijo una voz grave y ronca, parecía un hombre de mediana edad, pero aquél tono, aunque estuviera adormilada, me resultaba un tanto conocida. ¿De dónde? Mi memoria no me permite recordarlo.
Me resultaba nostálgico el olor a madera de roble, abrí mis ojos lentamente, intentando visualizar dónde estaba y parecía una pequeña cabaña de madera.
- ¿Te acuerdas de esta cabaña, Jennie? - me preguntó aquella voz. Visualizé a la persona que tenía delante y no podía creérmelo.
- ¿Papá?- pregunté perpleja.
- No... - suspiró- quiero que estés muy atenta a lo que voy a contarte, porque solo así, desbloquearas tus recuerdos - se levantó del sillón aproximándose hacia su cama, y colocó una de sus manos sobre las mías.
¿Cómo era eso posible? ¿Cómo es que estaba vivo? ¿Qué ha pasado realmente? No entiendo nada...
- Estaré preparado por si después de escuchar todo, decides matarme...- su voz estaba llena de arrepentimiento y tristeza.
Estuve varios minutos pensando... ¿Qué era lo que tenía que decirme como para que piense que lo mataría? ¿Quizás antes, dependiendo de la respuesta, si que no dudaría en matar a nadie, pero, a mi propio padre? ¿Tan monstruosa me veo ante sus ojos?
- Dime, papá, ¿me consideras una herramienta sin sentimientos?- le cuestioné mientras lo miraba directamente a los ojos.
- No es eso Jennie, escúchame - cogió mi rostro entre sus manos- esto es muy importante - suspiró y me miró a los ojos. Yo solo supe asentir en aquel momento, sin saber que aquello iba a abrir una nueva herida en mi corazón. - No eres mi hija, nunca lo fuiste - con la voz cargada de tristeza, continuó- cuando te crearon, yo solo era un empleado de aquel laboratorio, una persona normal y corriente que había conseguido el puesto de ayudante por pura suerte. Aquellas personas te crearon.
- ¿Qué? ¿No eres mi padre? Pero.... ¿porqué tengo recuerdos contigo? - no podía creerme nada de lo que me estaba diciendo, ¿qué he sido creada? ¿Qué quiere decir? ¿Que he sido manipulada?
- No, no soy tu padre. Como te dije, yo trabajaba en un laboratorio. Ellos querían crear una herramienta "humana" capaz de acabar con todas las razas que hay en el mundo. Cuando te crearon, yo estaba presente. Observé todo con ímpetu, no podía creerme que había personas capaces de hacer eso. Manipularon tu ADN, manipularon todo tu ser. Primero cogieron óvulos de demonio - continuó mientras se le desgarraba la voz de tanto dolor que traía consigo aquellos recuerdos- después, alguien que participaba en el experimento que tenía sangre de Grimm y a la vez era humano, decidió dar bueno... su esperma... - me estaban entrando arcadas pero me callé- ellos te hicieron a su imagen y semejanza. Mientras te ibas desarrollando y creciendo como un niño cualquiera, observaron que "el experimento" había funcionado. Luego empezaron a buscar tus poderes, te sometieron a un montón de pruebas escalofriantes... - ya no hablaba, las lágrimas le impedían seguir. Yo estaba más confundida que nunca. No sentía las ganas de matar a nadie. El sentimiento de compasión se apoderó de mí, y con mi mano le acaricié la mejilla, quitando las lágrimas de su rostro.
- Tranquilo, nunca voy a querer matarte y siempre te voy a considerar mi padre aunque no lo seas de sangre- aquellas palabras salieron de mi con tanta naturalidad, que pensé que el echo de haber conocido a Burckardt había cambiado tanto mi vida.... que ahora soy capaz de decir estas cosas sin sonar borde ni ruda, sin sonar como una herramienta.
- No sabes por lo que te hicieron pasar Jennie.... No sabes el dolor que te han dejado, por eso bloquearon tus recuerdos, porque una vez, casi los matas a todos con apenas 8 años.
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Una Grimm
FanfictionJennie aparece con una cabeza en la mano caminando por el asfalto camino a Portland. Su cuerpo desnudo y cubierto de sangre, impactó a las personas que la miraban. Los coches trataban de no atropellarla. Mientras ella seguía caminando con la cabez...