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Hora de Exámenes Finales.
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– Nos hemos esforzado al máximo, estamos satisfechos con nuestra victoria en el festival. – aseguró el estudiante.
– ¿Oh?, Parece que a las justas lo lograron. –
– Eso fue porque la Clase E tenía un plan de batalla. Ganar con un gran margen hubiese sido casi im--
– Te equivocas. – interrumpió el mayor, dejando descolocado al contrario. – Ellos tenían un restaurante. Es muy fácil propagar rumores, y un caso de intoxicación los habría arruinado. No usaron... Los métodos más dañinos. – dijo.
– ¿En serio? ¿Dañinos? ¡¿Teníamos que envenenar la comida de la Clase E?! – pensó uno de los estudiantes presentes.
– Director, su educación es inconsistente. No sé cómo lo hicieron, pero la Clase E se ha fortalecido mucho en solo un año, lo suficiente para competir contra nosotros, la Clase A. Es irritante, pero siento que mis habilidades crecieron también, no puedo negar que ellos se volvieron mi motivación. Ellos y mis esbi-- Quiero decir, amigos: Esas conexiones me hicieron más fuerte. – explicó hacia el director.
– ¡Estabas a punto de de ir "esbirros"! – se quejó uno de sus acompañantes.
– No te vuelves fuerte derrotando al débil. Esa es mi conclusión... Y allí difiero del camino que predicas. – finalizó el pelinaranja.
– Asano-kun, ¿Nos dejarías solos por tres minutos?, Me gustaría hablar con tus cuatro amigos. Ya sabes, solo una pequeña charla. – pidió.
El chico pareció inseguro ante el pedido y dejar a su compañeros solos. Una mano en su hombro interrumpió sus pensamientos.
– Ve, Asano-kun. ¿Qué puede pasar en tres minutos? –
Mucho, la verdad.
Asano acepto dudoso y seguidamente salió de la habitación.
– ¿Qué sucede? – se preguntó internamente por la espera.
– Puedes entrar, Asano-kun. –
Abrió los ojos y rápidamente se dispuso a entrar, notando una rara y espesa niebla negra alrededor, haciéndolo preocupar.
– ¡Ren! ¡Seo! – exclamó.
Se veían perdidos, y lo que lo sorprendió fue su aspecto, y la frase de: "Asesinar a la Clase E" que murmuraban repetidas veces.
