🌹 ⇢ 𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 1.

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Hora de Eri

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Hora de Eri.

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Los minutos eran una eternidad para ella, no escuchaba para nada al profesor, solo se centraba en el reloj que estaba en la pared. En el segundo que sonó la campana para salir, tomó todas sus cosas a tiempo récord para después correr a la salida.

– Vámonos, Eri. – le pidió con un tono cansado en su voz un chico de 14 años, estatura promedio, de cabello corto blanco como la nieve, ojos rosa pastel y tez blanca, Osamu Ryosuke, su hermano menor, a lo que la mencionada asintió.

Los dos hermanos iban caminando por las calles con total tranquilidad, sin ninguna palabra de por medio, ya que si algo llegan a tener en común esos dos era el completo silencio, y sencillamente se sentían cómodos en ese ambiente. Pasados unos minutos ambos chicos habían llegado a la entrada de lo que sería su hogar, a lo que la mayor de los dos, sacó las llaves de su bolso abriendo la puerta. Mientras estaban en la entrada se quitaron los zapatos como se acostumbra y se adentraron en los pasillos del lugar.

– ¡Volvimos! – anunció el menor.

– ¡Bienvenidos! – vieron decir a una mujer animada, de estatura alta, cabello negro tal cual carbón hasta los hombros, ojos rosa pastel, y tez morena, Osamu Hekime, la madre de la familia, ambos sonrieron y siguieron a la sala.

– Bienvenidos. – dijo sonriendo un hombre, de alta estatura, cabello blanco como su hijo pero con un mechón azul corto, ojos celestes, y tez blanca, Osamu Yosuke, su padre. – ¡Hoy vamos a comer pizza! – anunció.

Los niños se emocionaron, esos dos amaban la comida alta en calorías, era inevitable, un viernes cómo ese lo merecía. Corrieron escaleras arriba como si de una carrera se tratara y cada uno entró a su respectivo cuarto. Eri cerró la puerta tras de sí echando un vistazo rápido a su cuarto

Un cuarto ni tan grande ni tan pequeño, era promedio, con unas paredes de color azul cielo y partes blancas simulando ser nubes, con pósters, pinturas, repisas que contenían peluches, fotos, etcétera. Una cama a la esquina de su cuarto de sábanas a colores pastel, a un lado el escritorio con un monitor y unos cuantos libros y cuadernos, algunos adornos, un armario y finalmente una ventana con cortinas blancas.

Tiró su bolso a algún lado de su habitación y luego se tiró en su camas agradeciendo que el día terminó, para después pararse a su armario y cambiarse a su amada pijama, se sentó en para quedarse un rato en la computadora.

– ¡Eri, Ryosuke! ¡Ya llegó la pizza! –

Apenas escuchó al traer puesto sus audífonos, bajó rápidamente junto a su libreta con su hermano e ir directo por una rebanada de pizza, deleitándose con el sabor. La familia solo se dedicó a comer mientras veían una película.

Después de comer, sus padres se sentaron en la mesa con un cambio de ambiente, confundiendo a sus hijos.

– Eri, queremos hablar algo contigo... – pronunció sus madre con esa voz suave que la caracteriza, la chica puso más atención.

❝𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎❞ ⸻ 𝐀𝐤𝐚𝐛𝐚𝐧𝐞 𝐊𝐚𝐫𝐦𝐚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora