¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hora de isla.
───── ❝ 🌹 ❞ ─────
– ¡Eri-chan, hay uno ahí! – exclamó la de cabello naranja apuntando a un árbol.
– Mío. – la azabache subió ágilmente el árbol agarrando el insecto.
Eri en sus ropas de vacaciones traía puesto una camisa blanca con la frase "Strawberry Milk" en rosa metida en unos shorts de jean claros con un cinturón y unos tenis blancos. Al hacer calor llevaba su cabello recogido en una cola de lado con un listón azul dejando ver algunos mechones azules.
Este insecto recorrió su mano y las dos lo veían fascinadas, Kurahashi lo tomó cuidadosamente para verlo de forma detallada.
– ¡Gracias por acompañarme, Eri-chan! – agradeció viéndola subir a un árbol.
– Bueno, me pareció divertido venir. – dijo viendo una mariposa que se posó en su mano levantada. – Qué bonita... –
– Tiene alas azules. – dijo Kurahashi ya sentada a un lado suyo.
– Sí, no encaja con los planes vacacionales de un chico de quince años. – escucharon.
– Eso no funcionará. – Maehara volteó arriba. – Los ciervos volantes están obsoletos. –
– ¡Kurahashi, Eri! –
– Al parecer escuchó la conversación de los chicos... – pensó Eri.
– Hola~. – dijo Eri.
– ¡Holi! ¿Ustedes también están aquí para conseguir algo de dinero? –
– Kurahashi, ¿Qué quieres decir con que los ciervos volantes están obsoletos? – preguntó el moreno y las chicas bajaron del árbol.
– Verán... Supongo que cuando nacimos, eran súper valiosos. – dijo pensativa la de mechón azul.
– Pero hoy en día, los métodos de cría en cautividad han saturado el mercado, así que los precios han bajado. – explicó la de ojos verdes.
– ¡¿Qu-Quieres decir que ha estallado la burbuja de los ciervos volantes?! Yo creía que uno solo bastaría para mantener una churri... – dijo decepcionado el pelinaranja.
– Ni de broma. En la actualidad, las "churris" salen más caras. – negó.
– Si que sabes de esto, Kurahashi. ¿Te gustan los insectos? – preguntó Sugino.
