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Hora de Karma: Segunda hora.
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Karma fue a dar un golpe directo con la maceta al asesino, siendo fácilmente detenido.
- Muy débil-nu, tendrás que encontrar un arma mejor-nu. - dijo y lo rompió.
- No la necesito. -
Grip se echó para atrás y después volvió a abalanzarse contra él, Karma solo se dedicaba a esquivar cada agarre.
- Aprieta con una fuerza capaz de aplastar cráneos, una vez me ponga las manos encima, Game over. De entrada, parece un juego imposible de ganar, pero cambiando posiciones, es igual al juego imposible de ganar al que jugamos siempre. - pensó el pelirrojo.
- Increíble. Está esquivando y bloqueando todos los golpes. - mencionó sorprendida Kayano.
- Esa es tu técnica de defensa, ¿Verdad, Karasuma-sensei? - dijo la esfera.
- La autodefensa no es prioritaria para los asesinos, así que no recuerdo haberla enseñado en clase, debe haber aprendido viéndome esquivar sus cuchillos. Akabane Karma, incluso en la Clase E, su talento para luchar está muy por encima del resto. - pensó el profesor.
- Sus movimientos son certeros y no trata de atacar, esquiva increíblemente todos sus ataques, prediciendo todos sus movimiento. - pensó Eri viendo detalladamente la batalla.
- Puedo esquivarlo, pero si ataco, me agarrará. -
El asesino paró de repente.
- ¿Qué pasa-nu? ¡Si no me atacas, no vas a conseguir pasar-nu! - exclamó.
- ¿Eso crees?, Bueno, puede que esté distrayéndote para que los demás vayan pasando poco a poco. Pero tranquilo, aquí no hay trucos sucios. Ahora es mi turno. - dijo tronando sus manos. - Con las manos desnudas, como tú, peleemos limpiamente, de hombre a hombre. -
Eri apretó su agarre en sus brazos intentando clamar su respiración. Confiaba en él, pero la mínima posibilidad...
- Me gusta esa cara, joven guerrero. Contigo podré tener-nu el tipo de pelea justa que no tengo en el mundo de los asesinos-nu. -
Karma se abalanzó a él con una patada, agarrándose de golpes con el mayor. El de ojos cobre pateó su rodilla haciendo que se arrodillara.
- ¡Es mi oportunidad! - pensó y fue hacia él.
Antes de poder hacer algo, el de cabellos rubios sacó un gas cayendo directamente en él, haciendo que se desplomara, antes de caer lo tomó del cabello.
