Hora de El Líder.
───── ❝ 🌹 ❞ ─────
Alguien que me explique...
¡¿Cómo llegué a esto?!
Hace literalmente unos segundos estaba tranquilamente junto a Kaede en una tienda de dulces, probando tales delicias con ella, y ahora de repente estábamos junto a Maehara, Okajima, Kataoka y Nagisa, infiltrados en un café lejos de nuestra escuela. Y yo sin saber exactamente porque me arrastraron a este lugar.
– ¡Ah, un ikemen! – exclamó en susurros Kaede.
Entraron unas señoras de mayor edad al café, siendo el ikemen, o bueno, el empleado a darles una cálida bienvenida y tomar su pedido para después retirarse.
– Nuestro líder realmente es un ikemen. – dijo Maehara.
Oh, ahora entiendo, nuestro querido líder trabajando en el lugar en el que nos encontramos.
– Quiero matarlo. – susurró Okajima rabioso.
– No, por favor, Okajima. – murmuré preocupada.
– Se están demorando bastante con esas tazas de té. – reprochó nuestro líder.
– ¿Por qué no? Estamos manteniendo tu trabajo en secreto. – dijo con cierto tono de burla Maehara.
– Sí, sí. Una extorsión, ¿Eh?. Si no dicen nada, esta ronda será por mi cuenta. – dijo Isogai, sirviendo la ronda de té.
– ¡Demasiado ikemen! – exclamamos.
Siendo un mesero, sirviendo a los demás clientes, nos impresionaba lo ikemen que era siendo caballeroso con las personas que entraban.
– ¿Isogai-kun puede ser ikemen de la ya es? – susurré apoyando mi cabeza en mi mano.
– Eri-chan... –
– Un momento, ¿Lo dije o lo pensé? – dije.
– Lo dijiste. – aclaró Kataoka.
No me quedó más que sonrojarme y maldecirme internamente por no tener control de mi boca e intentar esconderme bajo de la mesa, Isogai solo sonrió dulcemente sin tomarle mucha importancia al asunto y acarició mi cabeza, y se retiró a seguir su trabajo.
– ¡Un ikemen te acarició la cabeza, Eri! – exclamó Kaede mientras me tomaba de los hombros, tirándome de atrás para adelante.
– Ser pobre es lo único negativo que tiene. ¡Y este ikemen usa eso de ventaja! Él usa su ropa de remate tan limpia que no perece barata. – dijo Maehara.
– ¡Qué ikemen! – exclamamos las mujeres de la clase presente.
– Él me dejó comer los peces dorados que atrapó en el festival de verano, ¡Cielos, sí que sabe cocinarlos bien! – volvió a recordar Maehara.
ESTÁS LEYENDO
❝𝐒𝐈𝐋𝐄𝐍𝐂𝐈𝐎❞ ⸻ 𝐀𝐤𝐚𝐛𝐚𝐧𝐞 𝐊𝐚𝐫𝐦𝐚
أدب الهواة『☁️;; 𝙃𝙚 𝙚𝙣𝙘𝙤𝙣𝙩𝙧𝙖𝙙𝙤 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙖𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙡𝙚 𝙥𝙪𝙚𝙙𝙤 𝙡𝙡𝙖𝙢𝙖𝙧 𝙝𝙤𝙜𝙖𝙧, 𝙪𝙣 𝙡𝙪𝙜𝙖𝙧 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙦𝙪𝙚 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙚𝙜𝙪𝙞 𝙡𝙖 𝙥𝙖𝙯 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙝𝙖𝙗𝙡𝙖𝙧 𝙨𝙞𝙡𝙚𝙣𝙘𝙞𝙤𝙨𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚.』 ⚠️ ¡𝗜𝗺𝗽𝗼𝗿𝘁𝗮𝗻𝘁𝗲 𝗹𝗲�...