—Bueno, aficionados al deporte, si no aparecen más locos corriendo por las gradas con instrumentos cortantes, creo que ya estamos preparados para jugar al tenis —dijo el comentarista cuando la cámara enfocó a Diana sentada en la banda bebiendo una botella de agua.Lo que la cámara no mostraba era el caos que tenía dentro de la cabeza. Lena Prince se levantó y clavó una mirada fulminante en la cabina, cortando cualquier otro comentario chistoso que tuviera en mente el locutor. Luego se volvió hacia Mera y le ofreció unos cacahuetes.
—Pruébalos, saben mucho mejor que las uñas.
—No lo puedo evitar, estoy nerviosa por ella.
—Créeme, chica, ella ya está suficientemente nerviosa por las dos. Éste es el año de Diana, Mer, lo noto.
—Servicio, señorita Prince.
Diana fue a la línea de saque y esperó a que le lanzaran las pelotas. Tomó aliento con fuerza y lo soltó despacio, dejando caer los hombros en un esfuerzo por relajarse. Clark y Bruce aguantaron la respiración cuando lanzó la pelota al aire preparándose para enviarla por encima de la red. Este saque les daría una idea de la potencia que todavía le quedaba a Diana, teniendo en cuenta que ahora tenía dos cortes en el tronco. Debía de haber usado todas las técnicas de meditación que había aprendido en su corta vida, porque a los dos hombres les pareció ver briznas de pelusa de la bola al entrar en contacto con la raqueta.
—Quince a nada. —El juez de silla señaló el lado de Diana y esperó a que el siguiente saque pasara por encima de la red. Las jugadoras tuvieron que esperar un par de minutos a que la gente se calmara. Por mucho que apreciaran a Lee por su esfuerzo para llegar a la final, ahora que el partido estaba en marcha, su lealtad estaba firmemente atrincherada en el lado de la red correspondiente a Diana.
Todavía se estaba disputando el tercer juego del primer set cuando Logan regresó a su asiento. Se había quitado la chaqueta y parecía un aficionado cualquiera que había venido para disfrutar del tenis.
Después de meter al señor Prince en un coche patrulla, había colocado agentes de uniforme por las gradas para vigilar por si aparecía algún otro fan problemático.
—¿Cómo va? —preguntó.
—Ha ganado el primer juego y ha estado a punto de romper en el segundo, pero Lee ha aguantado. —Mera dejó de hablar en cuanto Diana volvió a poner la pelota en juego. Se quedó en la línea de saque e hizo correr a Lee por toda la pista con la colocación de la bola.
—Cuarenta a nada. —El juez de silla señaló de nuevo el lado de Diana.
Ese servicio fue seguido de un saque directo que ganó el juego. El primer set terminó en menos de cincuenta minutos, y Diana parecía tener buen aspecto para las personas que la miraban y la querían. Clark observó su cara por si veía alguna indicación de debilidad o dolor, pero se quedó sorprendido al ver solamente la habitual cara de partido de Diana.
Ocurrió en el tercer juego del segundo set. Diana había ganado los dos primeros y Lee empezaba a sentir la fatiga de correr y del calor. En una persecución desesperada para alcanzar una bola que Diana había enviado en una dirección que no se esperaba, Lee le devolvió un globo alto. Cuando Diana se estiró para lanzar un mate, casi oyó los puntos que se saltaban y el dolor fue instantáneo. La pelota cayó dentro de la línea de fondo marcando el punto para Lee, seguida de la raqueta de Diana.
—¿Señorita Prince? —preguntó el juez de línea cuando hizo una mueca de dolor al agacharse para recoger la raqueta.
—Estoy bien.
—Treinta a quince —se anunció el marcador, que daba la ventaja a Diana, pero ahora Lee había descubierto su punto débil.
Los globos empezaron a llegar con más frecuencia y a Diana le costaba cada vez más lograr pasar la pelota por encima de la red, fuera cual fuese el ángulo desde el que golpeara, por lo que perdió el segundo set en menos tiempo del que había tardado Lee en perder el primero.
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Game, Set and Match
FanfictionDiana Prince era la nueva niña bonita del mundo del tenis, adorada por las masas que acudían a verla jugar, así como por las compañías que hacían cola para conseguir que llevara sus marcas. Mera Xebel era una piloto de aviones con una relación tamba...