El experimento cien fue un secreto entre todos los empleados del complejo en el que nos encerraron.
Solo los pocos que sobrevivimos a tal infierno pudimos saber de ella. Nunca la vimos. Nunca supimos si era humana, un robot o un espécimen creado de forma artificial.
Los informes que habían relataban un arma letal capaz de destruir media ciudad con la desventaja de acabar inconsciente por unas horas.
Por ahora, todos mis apuntes mentales llevan a Yolanda. Una niña pequeña crecida en un lugar que desconocemos y que fue encontrada rodeada de caminantes, llena de sangre.
El cómo llegó ahí es todo un misterio. Es silenciosa, puede que mortal. Su poder ya me ha quedado claro.
No ha hecho falta que tuviera contacto visual con sus enemigos. Eso significa que ella fue un experimento. Si ella es el número cien... Entonces tenemos algo peligroso entre manos.
—Blake —¿pero qué tan peligroso puede ser tratar con ella?—. Eh, ¿estás ahí? —una mano pasa por mis ojos, cortando mis pensamientos—. Blake, tenemos que hacer algo. Si el grupo vuelve y ve esto, van a flipar. ¡Pensarán que ha sido una apisonadora!
—No podemos hacer nada. Tendríamos que mover el camión, pero no podemos.
—¿Y qué sugieres? —todo esto es un error.
Yolanda no tenía que usar su poder. ¡Ni siquiera ser consciente de ello! Sabe algo, recuerda cosas...
—Nada.
—¿Eh? —no me entiende.
—Estaremos quietos. Si preguntan, no entendemos nada de lo que pasó.
—¿Quieres que juguemos a ocultar el poder? Porque se me da de puta madre.
—Puede que te necesite para algo más.
—Tú dirás.
Puede que sea un error. Puede que sea un suicidio para él, pero hay que hacerlo. Salir de dudas.
UNOS MINUTOS MÁS TARDE
—¿Lo has entendido?
—Quieres... Estás loco.
—Lo estoy. Si quieres que te acompañe...
—No, no, tú tienes que mantener a raya a esa niña de mientras no estoy.
—Vale. A todo esto, esa pelea de miradas...
—¡¿Qué coño ha pasado aquí?!
Aprieto el puño al escuchar a Sara acercarse con Glodi mientras observa el desastre en el asfalto.
—¡Blake! Dime qué ha pasado, porque me voy a volver loca. ¿No había una horda golpeando el camión? ¡Buscando comerse a la pequeña!
—No sé lo que pasó, pero no parece normal.
—Al menos dime que Yolanda está bien.
—Está dentro. No te preocupes.
Glodi se pasea por el asfalto, observando detenidamente. ¿Cree poder pillar algo? ¿Tan perspicaz es?
Se detiene y me mira. Ojos fijados. Batalla de pensamientos. ¿Quién de los dos es mejor?
Sin decir nada, se acerca al camión e intenta despertar a la chica. Lo que me preocupa es que recuerde lo ocurrido y acabe hablando de más.
Se escuchan más pisadas y, al final, se muestran el resto. Cuando veo a Marcos sujetando su hombro, me temo lo peor.
Me acerco a ellos para hablar, pero parece que Sara acaba delatando la desagradable sorpresa al resto. Todos se acercan, rodean a la víctima.
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Planeta Z
Science FictionUn apocalipsis zombie, lo que me faltaba por ver en este mundo de mierda. Ya era todo un caos antes de que esto pasara, ya era una muerte asegurada, pero ahora la palabra "caos" le viene pequeño a esta situación. Camino siempre por las carreteras, e...