Su respiración era acelerada,corría todo lo que sus piernas podían por aquel bosque,solo unos kilómetros más y llegaría a su destino. Unas pisadas a toda velocidad resonaron en sus oídos,sabia que era su fin,antes de poder sacar su espada un objeto filoso atravesó si pecho dejándolo inmóvil mientras sangre espesa desbordaba de su boca,el objeto fue retirado desplomándo el cuerpo sin vida al suelo.
-Al parecer tenía esperanzas de que podría lograr escapar este idiota- pateó la cabeza que estorbaba sus pasos,y guardó sus alas en su espalda-
Frente a el aparecieron su señor junto con sus compañeros demonios. Hizo una leve reverencia antes de acercarse a una distancia considerable.
-Esperaba tu llegada en la mañana- observó,a quién considera su mano derecha,con una mirada filosa analizando sus expresiones,mientras el contrario mantenía su expresión neutra colocándose la capucha de su capa-
-Tenía asuntos pendientes mi señor,pero estoy aquí para obedecer sus órdenes- hizo una reverencia en disculpa al Dragón,quién solo sonrió satisfecho-
-Bien,los demás están ocupados en el pueblo,he visto que los lobos de hoy en día no son tan resistentes,me decepcionan- en su voz se podía notar el sarcasmo,una sonrisa se expandió en su rostro dejando relucir sus dientes afilados- estamos muy cerca de nuestro objetivo.
Al borde de aquella montaña se podía observar una buena vista del próximo reino que tomarían,demostrando a los demás que están perdidos,y si aprecian sus vidas es mejor entregar todo antes de terminar en desgracia. El Reino Hwang pronto dejará de existir.
El segundo al mando observaba sin expresión alguna,cualquiera que le viera pensaría que no le importaba y que solo era alguien sanguinario como su señor,quien disfrutaba el ver como de a poco todo le favorecía,aunque terminara con la muerte de muchos. Dirigió su mirada a un costado para leer con facilidad la expresión del Dragón,sin decir nada se retiró directo al pueblo cerca de aquel reino,antes de seguir su camino se detuvo en seco,miro a su alrededor comprobando si estaba sólo,una vez comprobado siguió su camino lejos de allí.
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En el Palacio Hwang,Yeji caminaba alrededor del campo de entrenamiento observando las prácticas,y como los jóvenes se intuían en la lucha de diferentes maneras,se sentía orgullosa de su progreso.
En cada paso su vestido se balancea con delicadeza,era un lindo día para usar pequeñas flores de adorno en su cabello con ligeros rizos,obra de sus ayudantes. Hoy llegaría el príncipe Kim,y verían que beneficio obtenían de sus básicos conocimientos,hasta ahora,el pertenecer una parte de si mismos a la hechicería.
Caminó por los pasillo hasta llegar a su habitación,observó la bolsa que era de Jeongin a un costado de su cama,había trasladado aquellas pertenencias a su habitacion para que no acumularán polvo en la que pertenecía al Omega,desde entonces nadie ha ido a esa habitación. El osito se encontraba intacto en la mesa de noche,de solo imaginar Jeongin haciendo un alboroto sobre sus cosas le saco una sonrisa.
Se sentó en su tocador,allí abrió uno de sus cajones tomando un collar algo viejo pero igual de hermoso,le observó con nostalgia para luego ponérselo,había días en que extrañaba a su madre pero con simples objetos la podía sentir junto a ella a pesar de sus recuerdos. A un costado vio el cuaderno de Jeongin,el dibujo que había hecho de su hermano seguía bien oculto allí,aunque sabia que el Omega no lo aceptaría y que ambos son necios,esperaba que algún día lo notaran.
Dejó todo aquello de lado y decidió ir a ver como se encontraba su hermano,salió de la habitación llevando consigo una manzana que le había dado una de sus ayudantes en la mañana.
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Y̻o̻u̻'̻r̻e̻ m̻y̻ O̻m̻e̻g̻a̻❅ʜʏᴜɴɪɴ
Fanfiction[𝐏𝐚𝐮𝐬𝐚𝐝𝐚]₍⸍⸌̣ʷ̣̫⸍̣⸌₎ 🐾 Una época en donde había ciertas reglas para los Omegas,estos a la vez eran considerados los seres mas delicados y bellos,lo cual también era una desventaja,aunque no todos lo vieran de esa forma. Por esta razón solo t...