11: Love in a photograph
—Hey, ¿qué tal?
Mi sonrisa apenada no refleja ni la mitad de lo mal que me siento. Menos mal que ella no puede verme.
—Lisa, verás... Sé que habíamos quedado hoy, pero me he levantado con dolor de cabeza y muchísimos mocos y creo que es mejor que me quede en casa...
—Vaya.
—Sí... Seguramente ayer cogí frío al sentarme fuera, y hoy estoy que no puedo con mi cuerpo.
Finjo una tos y me sueno la nariz.
—Bueno, no pasa nada—Su tono es dulce—. Mejórate, ya nos vemos otro día.
—Lo siento, me siento fatal por cancelarte, pero...
—No te preocupes, Juls—me corta—. No es tu culpa.
En realidad sí.
—Bueno, pero me sabe mal, quería verte,
—Y yo, pero no te preocupes, nos vemos otro día cuando estés mejor.
—Gracias, Lisa.
—No es nada. Te mejoras, ¿vale? Un beso.
¿Estoy haciendo algo mal? Bueno, sí, lo hago casi todo mal, pero no es mi intención, ¿no cuenta eso aunque sea un poco? Quiero estar con Lisa, porque quiero ver qué es lo que me pasa con ella y qué es lo que le pasa conmigo, pero Finn... Finn me llama mucho la atención, tengo ganas de pasar la tarde con él y ver si me sigo quedando tan embelesada como ayer. Pero no puedo estar con ambos a la vez, y en mi mente he hecho balance: a Finn puede que no vuelva a verlo, peor a Lisa la veo casi todos los días... No sé si tenga sentido, pero he preferido elegir a Finn, es cuestión de... Interés, en realidad. Es que si dejo a Finn plantado sin darle ninguna explicación, seguro se piensa que soy una loca y se arrepiente de haberme pedido salir.
Sí, está mal mentir y yo lo acabo de hacer, a Lisa, encima, que se supone que es mi amiga. Pero ya no puedo hacer nada, y, aunque realmente me siento mal por ello, me olvido en el momento en el que Finn aparece a mi lado.
—Hola.
—Hola—Mi voz me avergüenza y suena extremadamente soñadora cuando lo saludo. Carraspeo mi garganta y vuelvo a hablar—. Hola, Finn.
—¿Vamos?—Asiento. Me ve con una sonrisa, y me hace una mueca divertida con la nariz y la boca, antes de instarme a caminar con él—¿Todo bien?
—Sí—Solo la estoy fastidiando con una buena amiga que creo que me gusta, o gustaba, yo qué sé—. ¿Qué tal tú?
—Bien, bien—asiente sonriente—. Tenía muchas ganas de lo de hoy, creo que te va a gustar.
Algo en su forma de encogerse por el frío, de sonreírme y de parecer un niño ilusionado, me tiene con una sonrisa igual que la suya, y me contagia la energía e ilusión que transmite, aunque ni siquiera sepa a dónde me lleva.
—¿Qué es?
—Oh, ya lo verás, es una sorpresa.
—No me llevarás a patinar, ¿verdad? Porque soy penosa y no me apetece congelarme el culo, hace demasiado frío.
Ríe.
—No, no te llevo a patinar. Aunque podemos ir otro día, si quieres.
Me está dejando caer que nos veremos más. ¿Hora de emocionarse?
—Claro, estaría genial.
Su pelo rubio está tapado por un gorro de lana negro, pero el flequillo sobresale y parece un chico sacado de un catálogo de una tienda grunge. O el vocalista de una banda de rock alternativo. Lo que sea, está guapísimo y yo estoy encandilada. Es un flechazo, no hay más.
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Historias de amor en navidad | ✔
Genç KurguTERMINADA✔ Julie es una escritora novata, publicó su primer libro hace un año, y lleva desde entonces escribiendo distintas historias, pero ninguna termina de cuajarle como para dársela al mundo. Ella no suele mirar mucho las estadísticas de su libr...