Perfecta Sincronía

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Rayan:

Despertar y que lo primero que veas sea tu pierna en un yeso me hizo darme cuenta enseguida de lo grave que era la situación.

El corazón se me acelero y por muy egoísta que sonara con mi cuerpo, solo pensé en la competencia y en los chicos.

En Nate...

Quien se ha mantenido distante desde que desperté.

—¿De quién fue la idea?. —Pregunto recibiendo el ramo de flores de diferentes colores.

Levanto la cabeza, observando a mis alumnos, Bill también se encuentra aquí y Nate yace arrinconado cerca de la puerta.

—De todos. —Me responde Sheyla. —Quisimos traerle algo especial.

Sonrio despacio y acerco mi rostro a las flores, siento el aroma .

—Gracias... No se como agra..

—Los chicos están agradecidos contigo, Rayan. —Me interrumpe Bill. —No hay nada que agradecer, tu concéntrate en recuperarte.

—Si, Rayan.

—¡Recupérate, Rayan!

—Aquí estaremos, entrenadora.

Sonrio con sus buenos deseos.

—La competencia.. —Pronuncia Nataly y todos le hacen una señal de que guarde silencio. La sonrisa se me borra.

Dirijo mi mirada a Nate. Permanece callado y sin mirarme.

La competencia...

Es algo que ya acepte que tendrán que hacer sin mi.

Halle me acomoda la almohada y también las sábanas, golpeo mi cabeza con suavidad contra la camilla.

Ella levanta una ceja bajando la mirada a mi rostro.—¿Algo más que desees, princesa?

Me rio.

—Debo dejarte.—Me avisa.—Le avisaré a Nate..

Hago una mueca.

—De todas formas es como si no estuviera.

—¡Epa!—Exclama Halle.— ¿Acaso me perdí de algo, Rayan?

—No seas curiosa.

—Soy tu mejor amiga, no se le pide eso a las mejores amigas.

Vuelvo a reír y ella insiste.