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Rayan:

No me fue difícil encontrar un gimnasio para la primera clase de apnea, incluso fue fácil soportar algunas miradas de los nadadores del lugar, pero tener la mirada de Nate sobre mí mientras daba las clases y sobre todo al tener sus palabras intactas en mi cabeza, resultaba algo difícil de controlar el devolverle la mirada.

Soplo del silbato volviendo mi atención a la piscina, mis seis estudiantes, quienes se encuentran sujetos con ambas manos sobre el filo de esta, sacan la cabeza del agua.

—Buen trabajo.—Pronuncio controlando el tiempo con el reloj del lugar, el cual se encuentra en una de las paredes.—Parece que su entrenador anterior ha hecho un buen trabajo.

Los chicos sonríen, me vuelvo hacia Nate, para ver justo a tiempo como Bill lo golpea con un codo y él se avergüenza, lanzándole un "Ya basta" entre risas, aunque su mirada sigue fija en mi después.

Sonrio despacio y eso se borra en cuanto un grupo ingresa al gimnasio, corrección, el grupo de Bryson.

El pasa la mirada y sonríe al notar mi presencia, en casi nada se acerca a mi lado.

—Vamos, de nuevo.—Les indico a mis estudiantes, ignorando su presencia y le doy otro soplo al silbato.

Ellos obedecen.

—Rayan Dominika Pepper.—Pronuncia, aun así lo ignoro, paso la mirada en Nate y Bill, quienes vienen en nuestra dirección.—Los rumores son ciertos, vas a entrenar a un equipo.

—¿De qué te sorprende? Si me viste el otro día en la playa.—Respondo aun sobre la mirada en mi equipo.

El ríe.

—No lo quería creer hasta ahora... ¿Vas a volver a este equipo perdedores como tú?

Ignoro ese último comentario y me giro hacia él, parece que darle la cara es la única forma en que me diga que es lo que quiere.

—¿Se te ofrece algo, Bryson?.

La sonrisa de Bryson se borra.—Si, es nuestro turno de entrenar.

Abro la boca, es Bill quien responde.

—Creo que hay una confusión, amigo, alquilamos esta piscina por una hora... y esa hora aun no acaba.

Bryson reacciona con una expresión irritada, mis estudiantes sacan la cabeza del agua.

—Ya lo oíste.—Digo yo.—Es nuestro tiempo ahora. ¿No te gusta esperar? Vete y regresa más tarde.

Bryson sonríe, sus estudiantes murmuran detrás de él.

—¿Tomaras esa actitud presuntuosa ahora que eres una "líder"?.—Me suelta y se vuelve hacia mis estudiantes.—¡Hey, chicos!

—¿Qué estás haciendo?.—Le suelto, solo me da una mirada y sigue.

Bryson se agacha, apoyándose en sus pies y estando cara a cara a mis chicos.

—¿Quieren un entrenador de verdad? Vengan conmigo.—Cabecea en mi dirección.—Con ella solo serán perdedores.—Se vuelve hacia mi.—Que se puede esperar de una campeona que abandona el surf.

Nate, interviene.—Amigo, será mejor que te vayas.

Bryson se planta frente a mí, su sonrisa de satisfacción se borra.—¿Lo sabes tan bien como yo, no? Una de las clasificaciones te incluye a ti como entrenadora.

Siento la mirada de todos sobre mí, sobre todo la dudosa de mis estudiantes.

—¿Qué harás cuando ese día no puedas subirte a una tabla de surf, león marino?

Perfecta SincroníaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora