Unos golpes en la puerta focalizaron la atención de los dos chicos hacia dicho punto. El semblante serio de Michael Taylor hizo acto de presencia en la habitación, dejando un poco inquieto a su hijo y bastante preocupado a Brian.
Michael pidió amablemente a May que saliese de la habitación, quería hablar con Roger y, aunque éste se negara a dejarlo marchar, puesto que sabía lo que vendría una vez saliese, no le quedó más remedio que permitirlo.
—Estaré en la sala de espera con Tim y con Freddie. No estoy lejos —Volvió a repetir la acción anterior, depositando un leve beso en su frente y susurró— No te preocupes, todo saldrá bien. Si necesitas ayuda, llama a la enfermera.
El menor de los Taylor solo pudo asentir mirándolo a los ojos con la mirada de un cachorro que sabe que ha hecho algo mal y va a ser castigado. Y efectivamente, iba a ser castigado de la peor forma posible según él.
—Papá, yo... —se atrevió a hablar ante el silencio de su padre, con un tono demasiado bajo y tembloroso.
—Papá nada, Rog. ¿En qué cojones pensabas? —Pese a la molestia que le habían generado las acciones de su hijo, su semblante reflejaba la más pura de las preocupaciones. Cruzó los brazos y endureció la mirada. Debía tomar medidas antes de que su hijo se descarrilara por completo— ¿Ahora te metes éxtasis? La nueva moda, pues...
—Papá, por favor, déjame explicarte. —interrumpió tajante. Él no era un adicto pero no sabía cómo iba a poder explicarle a su padre que se metió droga porque un tío no quería meterle el pene en la boca. La explicación sería peor que el daño ya causado.
Michael negó y haciendo un ademán le ordenó a Roger callar. Sabía que de escuchar a su hijo, acabaría cediendo como siempre.
—Escúchame, Roggie. He descubierto demasiado tarde que la culpa de todo esto es mía y solo mía. Siempre te di lo que quisiste y jamás valoraste nada —Roger temía la siguiente frase— Voy a seguir pagándote la casa durante un tiempo, vas a seguir teniendo para comer, durante un tiempo. Hasta que te recuperes. Una vez estés en condiciones debes buscarte un trabajo.
Roger ya lo veía venir, era como un presentimiento que se le instaló en el pecho desde que vio entrar a Michael en la habitación. Sin embargo, escucharlo de viva voz de su padre fue más duro de lo que pudo imaginar.
—Pero, pá —Frunció el entrecejo con angustia esperando que Michael entrara en razón— No puedes hacerme eso, sabes que jamás he trabajado y que las relaciones sociales no se me dan bien.
Michael dio un bufido cargado de frustración.
—Roger, te vives de fiesta en fiesta y ahora haces este tipo de estupideces y tienes el descaro de decir que no se te da bien socializar. El tema no está a discusión, hijo.
—Papá, es distinto —Con súplica en la mirada le rogaba comprender, no era agradable hablar de sus inseguridades— Sabes a lo que me refiero.
—Roggie —Volvió a suavizar el tono de voz— La vida nunca va a ser fácil, no puedes ir por la vida tratando de evadir las responsabilidades solo porque temes que la gente se porte mal contigo. Quiero creer que crié a un muchacho fuerte y que sabrá afrontar la vida cuando yo no esté.
El rostro de Roger se tornó más pálido al darse cuenta de que su padre no cambiaría de opinión.
— ¿Y si te prometo que he de mejorar mi comportamiento? —Su profunda mirada azul tornó por momentos en lo infantil, como si fuese un niño que acabase de romper el jarrón favorito de mamá.
—Cámbialo y después podemos volver a hablar. Mientras tanto, debes aprender que la vida no es solo fiestas. Madura, aprende a valorar lo que tienes. Aprende que tus padres nos preocupamos por ti.
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Nevermore [Maylor]
FanficResponsabilidad. Esa palabra de quince letras resonaba veinticuatro horas al día, siete días a la semana en la cabeza de Roger Taylor, un joven adinerado de veinte años, adicto a la noche londinense. A pocos kilómetros, en una casa humilde de un ba...