Detrás de la cámara. © [Tom Felton]

Detrás de la Cámara | SEGUNDA TEMPORADA.

P R O L O G O | SEGUNDA TEMPORADA.

Tom.

— ¿Pretendes ir? —Preguntó Emma sacandome de mi mar de pensamientos. Con regularidad solía perderme en mi cabeza con miles de pensamientos de todo tipo. Sacudí mi cabeza para despabilarme un poco tratando de procesar cual había sido la pregunta.

— Sí, tengo pensando ir ¿Irán los demás? —Pregunté mientras observaba la invitación de la boda de Oliver y Katy que había tomado entre mis manos.

— Hasta el momento ha confirmado la mayoría.

Tenía la esperanza de que esa "mayoría" incluyera a la mujer que amaba pero sabía que no era así, días, semanas, meses e incluso casi dos años sin saber de ella, de lo que pasó con su vida, sin tener la oportunidad de pedir su perdón. Fui tan ciego al momento de lastimarla, la lastimé no solo ese 27 de Diciembre al decirle aquellas crudad palabras por las que me gané un golpe y el odio temporal de Daniel sino que lo había hecho tiempo atrás, le había herido al decirle que ella había sido un error.

Ahora era consciente de que ella no era el error de la situación, siempre fue mi milagro.

Lamentablemente me di cuenta de ello demasiado tarde, cuando no la tuve en el umbral de mi puerta el sábado con ese ánimo que me contagiaba, cuando me sentí solo al estar en la sala, cuando reí y desee que ella estuviera a mi lado escuchándola reír conmigo con esas carcajadas que hacían destacar su presencia.

— Oh, ya veo, sí, yo iré. —Aseguré nuevamente tomando entre mis dedos de mi diestra la tarjeta de acceso al evento.— Es demasiado sensato de parte de ellos haber puesto el acceso a dos persona. —Dije cuando mis ojos se centraron en “Pase para (2) personas” cuando en realidad no tenía a nadie.

— Sí, lo mismo pienso, yo no tengo nadie con quien ir ¿Tú?

Mi mirada irónica se centró en la de ojos miel haciendo que esta riera asintiendo con calidez al darse cuenta de la pregunta que había hecho.

— Es verdad, culpa mía, lo siento.~—Emma caminó hasta mi lado en aquel gran sofá donde se dejó caer.— ¿Te parece si vamos juntos?

— Claro, es lo mejor.—Dije con calma mientras dejaba la invitación en la mesa de mi costado a un lado del sofá que cargaba la lámpara de noche.

Siempre trataba de dar mi mejor cara en mis redes sociales aunque en realidad a veces me sentía peor que nada, agradecía demasiado tener fandom que se preocupara por mí pues al parecer muchas de las personas que eran seguidores parecían notar que no mantenía mi distintiva chispa siendo ésta, oportunidad de aquellos a los que mi trabajo no les agradaba para dejar sus comentarios negativos no solo sobre mi carrera profesional sino que también sobre mi aspecto personal, me había dejado el cabello ligeramente más largo así como mi barba había crecido, tenía que ocupar lentes debido a la miopía con muy baja graduación pero que igualmente me ayudaban a muchas cosas. “Hippie”, “Viejo”, “Descuidado” eran los insultos que más surgían hacia mí pero poco me importaba.

Los lujos nunca me interesaron, solo quería una vida tranquila y que pudiese gozar de la mejor forma como no pude gozar de mi infancia.

Narrador omnisciente.

“El tiempo nunca perdona nada y como consecuencia de ello, se debe aprender a vivir lamentando todo aquello que nunca hiciste.”

Ese era el caso de Tom.

Por ser un terco y aferrarse a creer amar alguien, perdió a quien en verdad amaba y quien le amaba desde el momento en que lo vio, a aquella persona que a pesar de ver sus debilidades lo amó aún más. Emma fue aquella que soportó sola las consecuencias de las malas decisiones de su mejor amigo, y no es que fuese su obligación pero ella fue la primera que estuvo con él después del percance con Jade, claro que Tom no se salvó de una gran y repetida reprimenda.