Detrás de la cámara. © [Tom Felton]

Capítulo treinta y siete. | SEGUNDA TEMPORADA.

Narrador omnisciente.

“Maldita cerda, aléjate de Tom ¿Eres retrasada? Estas horrenda, no puedo creer que Tom se haya fijado en ti, eres fea, ese cabello parece de estropajo, como si fuera poco eres una puta gorda ¿No te cansa ser una arrastrada?”

La morena dejó escapar un suspiro pesado tras terminar de leer aquel comentario, uno de los tantos que recibía al día, le sorprendía la cantidad de gente la odiaba sin siquiera conocerla.

Pretendía no darle importancia a los comentarios de odio que le dirigían, no solía tenerlos presentes a lo largo de su día sin embargo en algún momento cuando el ocio la alcanzaba recordaba esos comentarios.

Pero no todo era tan malo.

@SandraGrant: ¿En que les afecta que Tom salga con alguien? ¡Él es libre! ¡Él puede salir con quien guste y cada que quiera! Deberíamos estar feliz por él.

Comentarios así eran los que apaciguaban todo el interior de aquella mujer, encontrando consuelo en los comentarios del fandom hispanohablante. Hablaba con fluidez el español por lo que sin problemas podía entender perfectamente los comentarios.

No le había mencionado nada a su novio, no quería hacerlo sentir culpa sobre el odio que recibía por parte de sus fans extremistas.

Aunque no lo sabía, Tom comenzaba a darse cuenta de pequeñas cosas como lo eran los momentos desorientados que tenía la chica productos de los fuertes mareos, en un principio no le tomaba importancia hasta que notó como es que unas cuantas hebras de cabello largo oscuro yacían sobre las almohadas, en los cepillos hasta en las duchas.

Eso había alertado al rubio quien mantenía siempre su mirada en la mujer imaginando lo peor.

Su vista se alzó encontrándose con un rubio que caminaba de forma torpe hasta ella donde estaba acostada a lo largo del sofá, Tom alzó sus brazos cual niño mimado y la morena llena de ternuta abrió sus brazos permitiendo que aquel varón se acostara encima de ella suavemente recargado en su cuerpo, su cabeza se postró en el pecho de la mujer, en cuanto tuvo el cuerpo de su amado entre sus brazos lo aprisionó con dulzura llevando una de sus manos al cabello de aquel para dejar caricias.

— Estoy cansado. —Un suspiro exageradamente pesado resonó haciendo que una risa suave saliera de los labios de aquella.

— ¡Ay, mi niño! —Exageró la mujer con fingida aflicción, Tom al notar que su juego había sido seguido colocó un puchero. Moa lo abrazó con fuerza aún más sin intenciones de abrazarla.— ¿Por qué esta cansado, mi amor?

— Porque estoy estudiando. —Recién le habían dado el libreto de la película en la que trabajaría por lo que tenía que aprenderse sus diálogos siendo en ocasiones Magdala la que lo ayudaba.

— Poor boy. —Susurró en un tono mimado, el rubio sonrió al sentir aquella atención, aunque no lo admitiera amaba cuando Moa lo mimaba de esa forma.

Pride and Prejudice sonaba en la sala consiguiendo, la morena veía aquella película con calma en compañía de Willow que dormía a los pies del sofá.

— La próxima semana tengo que irme.—Habló el rubio con un tono ligeramente triste irrumpiendo en las caricias de la chica que se detuvieron unos segundos.

— ¿Irte a dónde, mi amor?—Preguntó en casi un susurro de forma muy mimada.

— Lejos... —Respondió en un tono dramático, consiguiendo un respingo fingido.— Me iré lejos.