Detrás de la cámara. © [Tom Felton]

Capítulo nueve.

Tom.

— ¿Fiesta?

— Fiesta, sí. —Emma se movió sobre su mismo lugar para reacomodarse.— Yo creo que es una excelente idea.

— ¿Con la finalidad de celebrar qué? —Pregunté mientras me cruzaba de brazos observandola.

— ¿No puedes simplemente hacer una por qué sí?

— Oh claro, solo es costumbre.

Emma rodó los ojos con gracia.

— Mejor cuéntame ¿Cómo te fue en Halloween? ¿Sí vino Moony?

Sonreí asintiendo.

— ¡Que bien! Estaba hartandome de tus lloriqueos y celos, y eso que fue solo un día.—Fruncí el ceño ante su comentario.

— Que exagerada.—Retiré mis ojos de su rostro para centrarme en algún punto de su hogar.

— ¿Me dices exagerada a mí? ¿Quién llegó con el humor pesado porque cierta persona no le respondía?

Le mostré la lengua con la intención de ofendarla, claro que todo era simple broma.

— Halloween estuvo bien, digamos que traté de abordar el tema de sobre si había hecho algo que la ofendiera en la noche anterior que estuvimos juntos.

Emma que tomaba un trago de agua de su vaso me miró con sorpresa.— ¿Estuvieron juntos? ¿Entonces sí salen seguido?

Asentí.— Claro, ambos no tenemos mucho que hacer así que decidimos pasar juntos algunos días.

— Oh. —Sonrió con malicia a lo que yo arquee una ceja.— ¿Hiciste algo que pudiera ofenderla?

— No. —Dije dejando pasar unos segundos antes de responder su pregunta.

Pero al parecer esos segundos fueron suficientes.

— Tom ¿Que hiciste? ¿Que hicieron?

Con insistencia, la posición floja que tenía sobre su lugar se transformó en una de interés con una sonrisa ensanchandose en su rostro.

— Nada, solo cenamos y bebimos un poco.

— ¿Y? -Preguntó con interés.

— Y ya, hablamos.

— ¿De que hablaron?

— Cosas.

— Ay Dios. —Ironizó.— ¿De que hablaron? ¿Por qué tendría que haberse ofendido si solo hablaron de "cosas"? ¿Fuiste imprudente al preguntar algo?

— Yo no diría que por preguntar.—El comentario salió de mis labios en cuanto el recuerdo del final de esa noche llegó a mi mente.

— ¡Entonces hiciste algo! ¿Que fue? —Los ojos miel de la mujer frente a mí se notaban radiantes, con emoción de descubrirlo todo.

Suspiré con pesar.— No recuerdo nada, solo recuerdo que hablamos del chico que le gustaba, o gusta, no lo sé —Dije con indiferencia.- Y bueno, el ambiente se hizo íntimo.