Capítulo diez. | SEGUNDA TEMPORADA.

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Tom.

No.

Mi relación con Moa seguía siendo tan frágil como los pétalos de los dientes de león ante la brisa suave del alba, desde aquella vez en la que me agradeció por la llamada en su segundo día laboral en el set de Feed no habíamos vuelto a hablar, al menos ella no solía responderme pero me quedaba como consuelo que ocasionalmente lograba decirme algo que no fuera referente al trabajo.

Durante las siguiente dos semanas no había tenido la oportunidad de hablar con ella después de cada rodaje, y aunque la tuviese era difícil, ella ya no participaba exactamente en el area de maquillaje sino que había logrado estar en su área de especialidad.

Siempre era espectador de ver como es que en aquel auto negro, Moa entraba siendi recibida por Pattinson, siempre.

Y lamentablemente no podía hacer nada con respecto a ello, solo apreciaba como es que cada día, tras terminar la jornada, mi morena subía en un auto hasta desaparecer de mi campo visual.

Mis ojos azules estaban perdidos en algún punto de la pared frente a mí cubierta por andamios, no observaba nada en particular pero mi mente había entrado en un punto donde se quedaba en blanco por completo y no fue hasta que un movimiento en mi costado me desconcentró, barrí mi mirada a mi lado.

Troian ensanchó una sonrisa algo avergonzada.— ¿Interrumpí algo?

Negué mientras llevaba a mis labios el café que me había preparado en la mesa de bocadillos que habían puesto en el set.— Para nada ¿Pasó algo? —Pregunté mirándola de reojo.

Ella negó.— No, nada en realidad... —Comentó ella mientras abría un envoltorio de barrita integral, justo las que yo compraba pues Jade solía comer.

A pesar de que mi compañera había dicho que no tenía nada, el silencio que se había instalado en nosotros era demasiado insitador por lo que algo incómodo y confundido clavé mis ojos en ella que de igual forma me observó. Reí al notar que moría por hablar sobre algo, era el descanso por lo que sin problema podíamos hablar.

— Habla. —Pedí con gracia, traté de cruzar mis brazos con cuidado de que la mano que sostenía el café no se tirara.

Troian solo rió avergonzada por lo que asintió con calma, observó a su al rededor esperando al parecer que no hubiese nadie que ella no quisiera cerca.

— Yo... He notado algo. —Comenzó.

— ¿Ah, sí? ¿Que has notado?

— Que no te llevas bien con tu amiga.

Me tensé al escucharla, disimulé mi sorpresa con una risa pequeña mientras fruncia el ceño.

— ¿Con Moa? —Ella asintió.

— Dices que es tu amiga, pero desde que llegó he notado entre ustedes cierta incomodidad...

Alcé mi cabeza en un gesto de entendimiento y poco a poco de forma lenta asentí.

— ¿Ustedes dos sí son amigos? —Mis ojos observaron su rostro curioso y a la vez algo tímido.

Mi amistad con Troian era genial, era una chica divertida, animada, muy positiva y confiable por lo que solamente, para no recabar en sentimientos pesados en mi interior asentí tanteando mi cabeza.

— Somos amigos sí, o más bien, éramos... —Respondí mientras fruncia mis labios levemente hacia dentro.— Es algo complicado.

El silencio en nosotros se notó, ella bajó la cabeza observando sus pies unos segundos.

Detrás de la cámara. © [Tom Felton] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora