— ¿Realmente terminaron? — preguntó Prim arqueando las cejas y mirando al vampiro frente a ella. La sonrisa tomó su rostro cuando Edward asintió orgullosamente distribuyendo un cariño tentador en su cintura. — ¿Eso quiere decir que... nosotros..?
Esta vez él sacudió la cabeza, los dedos pasaron por los cabellos de cobre desordenándolos y Prim vio la llegada de la confusión y la indecisión que ella tanto esperó.
— No lo sé, princesa— Dijo tomando su rostro en sus manos y haciendo que Prim sintiera las conocidas mariposas en su estómago. — Desearía que fuera simple, pero no lo es. Emmett probablemente me mate cuando lo sepa. Y no quiero ni pensar en lo que hará Rosalie— Hizo una mueca que Prim imitó al imaginar lo que su padre y madre dirían. — Pero estoy dispuesto a intentarlo. Por ti y por nosotros, sabes Prim, has sido como el cielo en el infierno para mí todos estos años y yo haría cualquier cosa por nosotros.
— ¿Se lo decimos a todos? — preguntó alarmada, sintiendo el corazón disparar dentro del pecho como un tambor de banda. — Mamá probablemente va a arrancarte tus... - Ella se puso como un tomate y se calló delante de la mirada de alarma de Edward. — Va a ser una mierda total.
Edward dio una sonrisa breve, seguido del rostro fruncido en confusión. — ¿No quieres?
— No! Quiero decir, por supuesto! — ella suspiró. — es sólo que va a ser muy extraño. No sé qué decir.
— ¿Es raro que yo sea un vampiro, tenga más de cien años que tú o que sea técnicamente tu hermano adoptivo? — Edward se recostó sobre un árbol, con los brazos cruzados y la miró. A Prim le gustaba darle un poco de espacio, le encantaba cómo Edward conocía sus límites.
Ella hizo una mueca y luego sonrió. — De hecho, es extraño porque nunca salí con nadie que viviera en la misma casa que yo y mis padres— Ella cruzó los brazos pensativa, mientras Edward se reía. — ¿Cómo vamos a tener sexo si mi padre está siempre en casa?
— ¿Qué?! — Edward se atragantó y Prim finalmente llevó sus ojos hasta él. El vampiro la observaba desconcertado y Prim arqueó la ceja en duda. — ¿Hablas en serio? — Inclinó la cabeza cuando vio a la pelirroja permanecer seria y confundida con su reacción.
Prim se encogio de hombros. — Sí. ¿Qué pasa?! ¡Hormonas en ebullición! — Gestó para sí misma. — Me siento muy atraída por ti en este preciso momento.
Edward se rió tirando la cabeza hacia atrás. — Créeme, me siento muy atraído por ti en todo momento, pero...
— Sin más, Edward— Prim levantó un dedo en negativo, acercándose al vampiro y poniéndose de puntillas para besarlo. — Te quiero y no voy a esperar una década para tenerlo— ambos gimieron en el deleite y Prim sonrió. —No tengo vocación para monja, Edward.
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PRIMROSE, EDWARD CULLEN ✔️
FanfictionPRIMROSE │Prim sabía que Edward Cullen jamás la miraría como miraba a Bella Swan, pero eso no le decía nada a su nervioso corazón, sus manos sudorosas y sus piernas temblorosas cada vez que sonreía en su dirección. (fanfiction-crepúsculo) (edward cu...