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Bella respiró hondo una vez más, apretando los dedos sobre el cuello nerviosamente

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Bella respiró hondo una vez más, apretando los dedos sobre el cuello nerviosamente. Edward no había echado un vistazo a su dirección desde anoche cuando llegó a su habitación pareciendo deprimido, aunque lo había cuestionado durante unos minutos, ella no obtuvo muchas respuestas.

Asumió entonces que él y Prim habían peleado una vez más, Bella, quizás por su introspección se había vuelto una persona perceptiva y podía notar cada detalle de la relación que su novio tenía con la otra humana de la familia Cullen. No es que ella tuviera algun derecho a interferir, pero si estaban juntos, Bella pensaba que sí podía sentir celos de la forma en que Edward seguía a Primrose con los ojos o la forma en que siempre la citaba en una conversación, aunque ella no estuviera presente, o como sus ojos nunca se despegaban de ella cuando estaban juntos en el mismo ambiente.

Era perturbador, pero ¿qué podría exigir ella, después de todo? ¿No serían algo como hermanos, según Edward le había dicho? Probablemente la llamaría loca si pudiera leer sus pensamientos en este momento.

— Les vas a agradar— Comentó el castaño con una sonrisa torcida, tomando su mano entre las de él y Bella no pudo evitar sonreír. Edward probablemente juzgó su silencio como nerviosismo, lo que en parte era verdad. — Siento lo de ayer, estaba nervioso. Me has calmado, gracias.

—¿Qué pasó?

Edward cerró los ojos y sacudió la cabeza negativamente, Bella estrechó mínimamente su mano, dejándole saber que estaba realmente curiosa de por qué él invadió su habitación antes de lo previsto.

— Prim y yo peleamos. De nuevo— Respondió con la mandíbula endurecida. — Realmente no la entiendo y cuando creo que lo estoy descubriendo, las cosas cambian y no sé qué hacer para hacerla feliz. Siento que estoy constantemente errando y disculpándome y errando con ella otra vez.

—No es tu obligación hacerla feliz, Edward. No es tu responsabilidad.

Edward la miró, pareciendo casi ofendido, pero asintió silenciosamente sin dar continuidad al asunto, Bella sabía, que Edward no pensaba de la misma manera y para él era su responsabilidad o deseo, tal vez, hacer feliz a Prim.

Respiró hondo una vez más, sintiendo las mariposas de su estómago y Edward rió suavemente a su lado, tocando su cabello.

— No te preocupes, te van a querer. además, ya te conocen.

Bella asintió, riendo. Y Edward abrió la gigantesca puerta que llevaba al interior de la mansión Cullen. La primera persona que Bella vio fue a Carlisle y Esme, los padres de Edward y luego sentada al pie de las escaleras con su portátil en el regazo, Prim.

— Hola, Bella. Bienvenida. - Prim asintió suavemente con los dedos cuando vio a Bella entrar, volviendo a la atención de su portátil poco después e ignorando deliberadamente la presencia de Edward. Pudo oírle resoplar, pero no le prestó atención al sonido.

PRIMROSE, EDWARD CULLEN ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora