𝐊𝐀𝐓𝐒𝐔𝐊𝐈 𝐁𝐀𝐊𝐔𝐆𝐎

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𝕀 𝔸𝕞 ℕ𝕠𝕥 𝕀𝕟 𝕃𝕠𝕧𝕖

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Escenarios

¿Cómo sería la primera vez que Bakugo se enamora, y cómo se daría cuenta?

✧*:Sabemos que Bakugo es una persona sumamente dedicada a su sueño de convertirse en el héroe número uno. Él no tendría tiempo para pensar en cosas amorosas –y, a decir verdad, detesta las cursilerías-, pero... siempre ocurren excepciones. Y esta fue una de esas.

✧*:No fue el físico... en lo absoluto. Él pensó que era una chica de lo más normal, pero su forma de ser y su fortaleza... las ganas de querer superarse lo dejaron estupefacto.

✧*:Era la primera vez que él se sentía de esa forma. Digamos que el cenizo sería algo torpe en esos aspectos, por lo que inmediatamente inventaría todo tipo de excusas para no caer en la pura verdad de que estaba enamorado.

✧*:No le consultaría a nadie al principio, más bien te observaría desde la lejanía. Pero no te preocupes, no es un acosador.

✧*:Mirarte en clases mientras tú estás concentrada haciendo tus apuntes. Mirarte mientras entrenas y haces un esfuerzo cada día por mejorar el uso de tu quirk.

✧*:Si le hablas probablemente actúe indiferente, aunque por dentro su corazón esté latiendo como un tambor, apunto de rebalsar su pecho.

✧*:Es completamente inocente en esos aspectos, duraría semanas... quizás meses sin decir ni una sola palabra. Hasta que al final no soportaría ese sentimiento que crece en su interior y hablaría con su mejor amigo, Kirishima, en busca de alguna solución.

✧*:Sin dudas, Bakugo enamorado, sería de las cosas más tiernas de ver.

No le gustaba reconocerlo, pero es que a veces se dormía en plena clase.
Al cabo de un par de semanas, su compañero de banco trasero, Deku, se había acostumbrado a verlo cabecear durante las últimas horas de clases teóricas. Aizawa-sensei, por su parte, nunca se daba cuenta ya que el cenizo tenía un genio impecable a la hora de disimular su cansancio extremo. ¡Jamás lo verían doblar la rodilla! ¡Él era un chico fuerte!
Ese día no fue la excepción, con su cabeza apoyada de lleno en la palma de su mano derecha dio un suspiro —aunque sonó más como un gruñido genuino— y cerró sus ojos rojizos haciendo caso omiso a la clase que Present Mic estaba dictando.
«¿Podrías dejar de gritar tanto?», pensó rápidamente.

—¿Kacchan? —preguntó el de pecas a sus espaldas, aunque por varios segundos no recibió respuesta alguna.

Decidió que lo mejor era volver a erguirse en su asiento, con la espalda totalmente recta y con los dedos girando su bolígrafo sobre el folio en su escritorio. Si despertara a Bakugo este probablemente se levantaría gritando, y eso lo asustaba incluso más que los villanos que atemorizaban en las ciudades del mundo. Siempre temía las cosas que pudieran salir de sus labios —groserías— y de sus manos... sobre todo. No quería terminar con la cara lastimada por una de sus explosiones. Aun así, lo quería demasiado, y lo entendía. Últimamente los entrenamientos estaban siendo más arduos que nunca, no les daban descanso alguno y sus músculos lo sabían.

𝐋𝐄𝐌𝐎𝐍𝐀𝐃𝐄 | 𝐛𝐨𝐤𝐮 𝐧𝐨 𝐡𝐞𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora