𝐊𝐄𝐈𝐆𝐎 𝐓𝐀𝐊𝐀𝐌𝐈

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!Referencias al manga!

𝑻𝒓𝒂𝒊𝒕𝒐𝒓

Salí hacia el otro lado del umbral cerrando la puerta sepia de un portazo a mis espaldas. Refunfuñaba y tiraba maldiciones entre dientes, mi mandíbula estaba totalmente tensa y desencajada. Me daba rabia que Hawks se hubiera rebajado a ese punto y que me lo hubiera ocultado solo empeoraba las cosas más y más.

Me monté en el Volkswagen y conduje a través de la ciudad. Superaba la velocidad permitida en treinta kilómetros, pero, en aquellos momentos de mi vida, me daba totalmente igual. En realidad, no sabía a dónde me dirigía, solo sabía que quería poner distancia entre él y yo.
Hice un conteo mental de todas las cosas que me habían estado pasando últimamente: primero lo de Endeavor y el hecho de que se haya robado todo el crédito con la lucha de los villanos en el centro de Japón. Había estado casi una hora entera tratando de mantener alejados a dos villanos de los civiles y luego vino el actual héroe número uno a dar un solo golpe final que no le llevó más de cinco minutos. Segundo: ahora el tema de Hawks.
Era todo un jodido chiste irónico. Sin dudas, estos meses estaban en mi contra total.
Sabía cómo era él, su actitud orgullosa y su forma de actuar sin consultar. Pero... siempre habíamos quedado en no mantener secretos entre nosotros, y ahora ¿por qué me parecía que no dejaba de tomar decisiones sin consultarme?, joder.

Cuando la entrada a la autopista apareció frente a mi campo de visión, justamente en el carril, giré a la derecha y seguí hasta la costa. Tomé la última salida antes de la famosa tira de rúa en donde habían todo tipo de restaurantes lujosos y seguí los carteles indicadores hasta las playas públicas. En este tramo, el tráfico era mucho más escaso que en otras calles del lugar a tales horas del anochecer. La costa era rocosa y bordeada de árboles con hojas puntiagudas y verdosas que la marea alta no alcanzaba. En vez de turistas con toallas, sombrillas y cestos de meriendas vi a un caminante solitario con un perro persiguiendo una pelota de ping pon.
Sonreí inconscientemente, todo aquello era justamente lo que necesitaba. ¿Y qué es lo que necesitaba?
Un momento a solas para tranquilizarme.

Aparqué el Volkswagen junto al arcén. Antes de salir hacia el exterior, la luz amarillenta y titilante de un auto azulado llamó mi atención, y bufé cuando este estacionó detrás de mí.
Recordé vagamente haberlo visto en la carretera, aunque siempre unos cuántos coches por detrás. Pensé que quizás el conductor quería aprovechar de la playa y el viento fresco, un tanto salado, antes de que el tiempo empeorara.

Salté por encima de una barrera de metal al salir y descendí por el rocoso terraplén. El aire era más fresco y pulido que la zona en donde vivía y un viento constante me golpeaba la frente, tirando los mechones despeinados que portaba para atrás. El terreno se volvió cada vez más abrupto y me concentré en dónde ponía mis pies en vez de pensar en el tema de Hawks.
La superficie de las rocas estaba húmeda y resbaladiza y fue en ese entonces cuando en uno de mis descuidos patiné con una de esas y de costado. Me puse de pie mascullando en voz baja y entonces noté una larga sombra.
Sorprendida, me volví y reconocí las coloreadas plumas rojizas que tanto estaba tratando de evitar. Aunque todo estaba relativamente oscuro, pude divisar que no portaba su traje de héroe, solo vestía una camiseta holgada que ocultaba un poco sus voluminosos brazos bien trabajados, también advertí que llevaba su cabello despeinado hacia atrás. Sus ojos desprendían una energía que me era imposible identificar.

𝐋𝐄𝐌𝐎𝐍𝐀𝐃𝐄 | 𝐛𝐨𝐤𝐮 𝐧𝐨 𝐡𝐞𝐫𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora