En un tablero, donde la diferencia entre la vida y la muerte lo es todo, una joven había logrado tener ese mundo a sus pies.
Yuna creía poseerlo todo,
¿Quién diría que le faltaba un rey?
Chishiya x OC
ALICE IN BORDERLAND S1 & S2
#1° En Alice in bord...
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CARELESS
"Ella era más como una reina de la belleza, sacada de la escena de una película"
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Impresionado. Así me encontraba en aquellos momentos.
La capacidad del habla había abandonado mi cuerpo y una cálida corriente de energía recorrió mi columna vertebral en apenas un par de segundos.
En cuanto la vi llegar al terreno de juego, me bastó una rápida mirada para quedarme sin palabras. Piel blanca, cabello negro. Alta y delgada, con la elegancia de un cisne. Se inscribió en el juego y se posicionó en el lado opuesto al mío, apoyada sobre una columna, mantenía la cabeza alta. Toda ella parecía emanar una oleada de calma, mas sus ojos se movían a la velocidad de la luz por todos los jugadores. Chica observadora. Pronto sentí su mirada sobre mí, escaneándome con sus ojos oscuros.
Pareció detenerse más en mí que en el resto, algo sumamente interesante. Harto de fingir que no percibía su mirada, la miré a los ojos, sorprendiéndola, poniéndola tan nerviosa que no pudo hacer otra cosa que esquivar mi mirada lo antes posible.
Demasiado mona para lo seria que fingía ser. Es fuerte.
Tenía conectado los auriculares y escuchaba una canción cualquiera, pero eso no me impidió escuchar el comentario de uno de los participantes, "reina" la había llamado.
Así que ella es de la que hablan todos en la PLAYA, demasiado bueno para ser cierto...
Rumores y más rumores se habían extendido por toda la comunidad, pues era sabido por todos el fuerte interés que tenía el sombrerero por esa mujer, aunque no entendía porqué tanta obsesión por ella si, después de todo, muchos de los paramilitares habían conseguido casi todas las cartas de picas. Supongo que el rumor y las grandes historias que se escuchaban de ella habían sido más que suficientes para obsesionarle por completo.
Pronto comenzó el juego, cinco de picas, no pudo evitar sonreír. En cambio, yo me forcé a no hacerlo cuando noté que tenía un plan de juego muy similar al mío.
En el transcurso de tiempo, desde que el ascensor subió de la planta baja hasta la séptima, me dediqué a observarla sin ningún tipo de pudor, fascinándome más y más a cada segundo, analizando aquel rostro de porcelana, preguntándome si la chica de poco más de veinte años que tenía frente a mí, era aquella mujer valiente y destructiva de la que hablaban todos.
Sabía que la miraba, no era tonta, pero no hacía más que fingir lo contrario. Estuve a punto de rechazar la idea que tenían sobre ella, esa idea de ser una mujer ruda y atrevida, pero al dirigirme la palabra por primera vez, con esa fuerza y descaro, cancelé todos mis planes.
- ¿Querías algo? - Dios, esa voz...
Por querer, hubiera querido cualquier cosa que ella me hiciera, pero no me sinceré, demasiado pronto.
