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SHINAGAWA

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SHINAGAWA

"Muérdeme"
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Cuando el silencio reinó entre todos nosotros, tomando el control tanto de la situación como de la propia sala, los pasos de Niragi fueron los únicos en atreverse a destronar a dicho silencio.

Todas las miradas se enfocaban en una sola persona, y por primera vez me sentía intimidada ante tanta aclamación y tanta atención.

A cada paso que Niragi daba, los nervios se movían con mucha más rapidez en el fondo de mi estómago, cual mar embravecido. Sus ojos me escudriñaban con cada paso, mirándome con fijación, pese a que yo hacía todo lo posible por evitar su mirada, manteniendo la misma en el frente, con la cabeza alta.

Cuando el filo de la katana se separó de mi cuerpo, pude respirar de nuevo con normalidad, sin correr el riesgo de desgarrarme el abdomen a cada inhalación.

- ¿Qué has dicho? - fueron las primeras palabras que me dirigió mi hermano en cuanto estuvo a mi lado, parándose en secó para observarme con toda la curiosidad del mundo.

Mi sangre fluía a mil por hora, mientras todo mi organismo me gritaba que no flaqueara ante su presión y su presencia, algo que podía ser muy probable.

Había cometido un error muy grave, pues había puesto a Chishiya en peligro, sin saber la magnitud de las consecuencias de mi acto. Decidí mantener la calma, restándole importancia a lo que había hecho, como si así pudiera hacer algo para protegerle.

Ante su pregunta, no hice nada, ni siquiera le miré.

- ¿Te importa lo que pueda pasarle, Yuna? - dijo con ese tono malicioso, golpeando su respiración contra mi cara.

Ante sus palabras, le miré, por fin, con toda la calma del mundo, sin mostrar ningún tipo de importancia hacia Chishiya, creyendo que eso podría cambiar algo.

Le sonreí con cierta osadía ante sus palabras, siendo esta al mismo tiempo lo suficientemente leve como para no llamar demasiado la atención.

- Para nada. - contesté rotundamente, rozando el sarcasmo con las yemas de mis dedos, buscando sacarle de quicio, llenar su cabeza con otros pensamientos, esos que le quitaran la idea de mi interés por Chishiya.

Ante mi respuesta me sonrió de la misma forma, igual de maliciosa que antes. Justo después comenzó a andar a mi alrededor, hasta que se paró frente a mí de nuevo, con el arma apoyada sobre su hombro.

Me miró de arriba a abajo con lentitud, haciéndolo totalmente a posta.

- ¿No piensas levantar la mano? - me preguntó de repente, cambiando de tema, sabiendo que la idea de Chishiya todavía no había abandonado su mente del todo. - ¿Acaso no apoyas la candidatura de Aguni, hermana? - preguntó borrando la sonrisa de su rostro, pasando al mismo tiempo la lengua por su labio inferior, dejando que el brillo del metal saliera a la luz.

DAMA DE PICAS; ChishiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora