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DIFICULTAD: REY DE TRÉBOLES

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DIFICULTAD: REY DE TRÉBOLES

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- ¿Qué tal con Kyuma? ¿Ya te lo has follado?

La arrogancia de Niragi podía llegar a ser sumamente sorprendente y divertida, pues, a fin de cuentas, él no había dudado a la hora de atacarme de esa forma tan directa e indiscreta nada más verme llegar por donde, minutos atrás, yo había desaparecido de la mano del Rey de Tréboles.

Regresando finalmente junto a ellos tras unos largos e intensos minutos llenos de ardiente conversación y tentación sexual.

Si es que Kyuma era completamente irresistible. Su imagen perfecta nubló mi juicio desde que nos separamos para volver de camino a nuestras respectivas bases de juego.

Y sé que, de no ser por la infame imagen de Chishiya torturándome como el mismísimo infierno, yo no habría dudado a la hora de pecar una vez más junto al Rey de los Juegos de Equipo.

Ay, Chishiya... Todavía suspiro solo tu nombre.

Nunca tuviste ni la menor idea de cuánto estaba dispuesta a sacrificar por ti.

En cambio, tú...

¿Cómo era eso que dijiste sobre mí? Ah, sí.

"Yuna se cree muy fuerte, mas en el fondo es tan manipulable."

Conque manipulable, ¿eh?

Cómo me divertía observar tu esfuerzo y tu firme convicción, esa seguridad que le hacía creerse a sí mismo que podía doblegarme. Controlarme a mí. Volverme sumisa.

Vamos, Chishiya... Si en esta relación los dos sabemos que el sumiso eres tú.

Sin embargo, todo eso no significaba que yo le odiase o buscase vengarme de él de algún modo, desde luego que no. Como le había dicho a Kyuma, quería tanto a Chishiya que era casi una obsesión, una tortura. Un dolor atroz grabado como metal en carne fresa sobre mi pecho. 

Un amor impulsivamente intenso. Y no pensaba separarme de él por nada.

Ni en ese mundo, ni en todos los que nos quedasen por vivir.

Aunque, sí que es cierto que la tentación carnal de Kyuma había sido demasiado intensa para mí. Casi no pude resistirme y supongo que, ante alguien como él, era algo prácticamente imposible. Menos mal que yo era la Reina de los Juegos de Resistencia, sino... Lo habría devorado sin dudar, cayendo en la sensual seducción que era todo su cuerpo.

No obstante, lo único que deseaba en esos momentos era volver a los brazos de mi Rey de Corazones. Pues no quería nada más que besarle, amarle con todo mi sexo y torturarle un poquito de la forma más divertida posible, ante su audaz atrevimiento a la hora de intentar hacerse con mi control.

DAMA DE PICAS; ChishiyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora