diecinueve.

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Yoorim le preparo a su hijo la tina para que se metiera ahí, mientras Soobin jugaba con la poquita espuma que el shampoo sacaba Yoorim se encontraba lavando su cabellito.

—cuentame mi amor, ¿cómo te fue en casa de tus tíos?

—muy bien mami, mi tía Chaelin preparo un pastel de chocolate y le quedó muy bien. Chaeryeong tiene una casita grande de muñecas y jugamos con ella y..— pauso un poco al recordar cuando Chayeon le prestó una de sus faldas y se la probó.

—¿que sucede mi amor? ¿por qué te quedaste callado?

—uh.. es que verás mami, Chaeyeon me prestó una de sus faldas y me la puse.. espero que no te moleste que haya hecho eso, a mi m-me gusto.— hablo un poco nervioso.

Yoorim se quedó un rato quieta, procesando lo que Soobin acababa de decir. No lo tomo a mal, solo que le sorprendía un poco.

—¿te enojaste mami?

—no cariño, no estoy enojada, solo que me sorprende mucho, un niño con falda es algo raro sabes.

—claro que no mami, Chaeyeon dice que las falditas pueden usarlas los niños y las niñas, a ambos les quedan bien..— Su hijo tenía razón, tenía toda la razón.

Dejaron de hablar de eso por un momento, Yoorim siguió enjabonando el cuerpecito de Soobin, cuando noto algo extraño en el bracito de su hijo.

—¿qué es esto mi amor?— dió pequeños toquecitos en la piel de Soobin, dándose cuenta de que tenía unos moretones en su brazo. —¿te lastimaste en la escuela?, ¿alguien te lastimó?

—n-no mami, nadie me lastimó es que..— Soobin estaba nervioso, no quería mentirle a su mamá, pero si ella de enteraba de la verdad tendría problemas con Kihyun.

Pero si le decía, su mamá le pondría un alto a todo eso.

—Kihyun me los hizo mami, el me pellizca cuando tú no estás, no quería decírtelo por qué no quería que te enojaras con el y te pusieras triste..— unas lágrimas comenzaron a brotar de sus ojitos, ¿había hecho mal en decir la verdad?

Yoorim suspiro y beso su frente, estaba molesta y obviamente tenía que hablar de eso con Kihyun. —no llores corazón, mañana hablaré con el y le diré que ya no lo haga, pero por favor, no me ocultes lo que el te haga ¿bien? no te asustes, estoy contigo.

Soobin suspiro algo despreocupado, Yoorim siguió ayudandole a su hijo a bañarse, pasando la esponja por toda su blanquecina piel hasta que quedará completamente limpiecito.

Yoorim pensó un poco en lo que su hijo le había dicho, estaba preocupada por lo que su novio le llegará a hacer a su pequeño, no se lo perdonaría nunca. Pero también se ponía a pensar en los motivos para hacerlo, Kihyun no lastimaria a Soobin solo por que si, tenía que haber una razón por la que Kihyun se portará de esa manera con Soobin.

Pero también se ponía a pensar en su bebé, ¿que si algo le pasaba estando a solas con Kihyun? no llego a conocer a Kihyun lo suficiente como para saber que intenciones tenía con ella o incluso contra su pequeño. Yoorim conocía a su hijo, Soobin a veces podría ser algo travieso, pero siempre que se encontraba con Kihyun no lo era, más bien, se sentía intimidado por el.

Dejo de pensar, y saco a su bebé del agua, envolviendo su cuerpecito en una toalla llevándolo a la cama.

—te pondré está cremita para que tus heridas sanen, pronto esos raspones y los moretones que te hizo Kihyun desaparecerán.

Soobin sonrió, mientras su madre le ponía cremita en sus rodillas y brazos.

—sabes mami, en el parque un niño me dijo que yo era feo y que me vestía feo.. no me gustó para nada, pero Chaeryeong me defendió.

—tienes que aprender a defenderte tu mi amor, ¿vas a permitir que una niña te defienda? tu deberías defenderla a ella, no ella a ti.

Su tono de voz cambio a uno serio, y Soobin notó eso, no le gustaba cuando su mamá le dejaba de hablar bonito.

Yoorim a veces creía que lo mejor sería apartar a Soobin de las hijas de su hermana, antes de que ambas acabarán de convertirlo en un jodido marica, eso era lo que pensaba cuando se encontraba abrumada con la situación de Soobin.

Termino de vestirlo y lo metió debajo de sus sábanas, mientras Binie esperaba su besito de buenas noches, su madre se paró en el marco de la puerta y apago la luz.

—descansa Soobin, dulces sueños.— se despidió amargamente, saliendo del cuarto de su hijo.

—¿por qué mi mami se enojo de pronto?— susurró para el mismo.

Yoorim se dirigió a su cuarto, ahí cepillo su cabello frente a su tocador mientras un nudo en su garganta se hacía presente. A veces le estresaba el pensar que probablemente tendría un hijo diferente al resto, tenía que tratarlo diferente a como lo hacía normalmente..

Pero a veces olvidaba todo lo que la gente diría de su pequeño, tenía las emociones revueltas, se enfadaba con Soobin, pero al final siempre seguía amándolo como siempre.

—mami está asustada pequeño, mami no sabe como tratar esta situación.— lagrimeo, soltándose a llorar.

Pero tenía que aprender a hacerlo, de eso estaba segura.

pretty boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora