cincuenta y dos.

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Los tres chicos estaban impacientes esperando al otro par que estaba en camino, ellos habían llegado hace horas y se les hacía muy injusto tener que esperar afuera por ellos.

—¿por qué no sólo entramos y ya..?, dejemos que ellos nos busquen, está empezando a hacer frío y tengo sed.— Se quejó Taehyun, él más que todos quería entrar de una vez por todas y saciar su hambre en la barra de bebidas bebiendo hasta lo inbebible. —que no, espera cinco minutos más, es lo que tardarán según la aplicación. Además, eres el único que se está quejando, no veo que Hueningkai lo esté haciendo. ¿O ya te quieres meter, Kai?

—no en realidad.. no me gustaría que mis amigos no esperarán por mí..— soltó el comentario y giró su mirada a Taehyun, quien le rodó los ojos fastidiado por haber defendido a Yeonjun en su punto, y no a él. Ambos soltaron una leve risa y vieron como una pequeña camioneta se paraba en la calle de enfrente, de ahí salió un castaño de cabello largo acompañado de un pelinegro extremadamente alto.

A Hueningkai le llamó la atención.

—aqui vienen, Tae, siempre tienes que ser paciente, a veces Dios escucha tus plegarias.

Los dos chicos se apresuraron a cruzar la calle para acercarse a donde estaban los demás que ya estaban desesperados por entrar. Soobin se quedó atrás para atar sus cordones que se habían desatado durante el camino, probablemente, mientras Beomgyu cruzaba para encontrarse con un pequeño rubio enfurecido. —hasta que llegan, ¿quién de ustedes dos fue el hijo de puta que se tardó años en arreglarse— Beomgyu señaló a Soobin detrás de él. —él, creí que ya no vendría, pero afortunadamente le dieron permiso, así que cuidenlo, necesito regresarlo bien a casa.— hizo una pausa para mirar fijamente a un castaño sentado en la banqueta mirando su celular, arqueó una ceja, mostrando incomodidad en su mirada al verle. —¿y este?, ¿es tu novio Taehyun?

—no, no es mi novio idiota, además eso a ti no te importa.

—Beom, él es Kai.— respondió Yeonjun con un tono más tranquilo que su primo. —¿lo recuerdas?, iba a la primaria con nosotros..

Hueningkai se dió cuenta de que los chicos a su alrededor estaban hablando, por lo que quitó sus AirPods y puso atención a la conversación, encontrándose con la fija mirada del chico bajito de cabello largo que parecía, le estaba escaneando. Sonrió nervioso al sentirse observado. —¡ya lo recordé!, wow amigo.. ¿en dónde te habías metido?.. mierda, ¡espera un momento!— automáticamente buscó a Soobin con la mirada, pero no estaba por ningún lado, al parecer no había cruzado junto con él. Evidentemente, seguía tratando de cruzar la calle por su cuenta, el castaño rodó los ojos y se apresuró a traer a su amigo. Cruzó la calle y llegó a Soobin. —¿en serio no sabes cruzar la calle?— mi madre siempre me ayuda..— sonrió nervioso, tomando el brazo de su amigo para que le ayudase a cruzar la calle, esta vez juntos. Una vez lo hicieron, Beomgyu guío a su grande amigo a donde estaba el otro castaño sentado. —¡aquí está!

Soobin estaba a punto de desmayarse.

Se encontraba frente a quien creía no volver a ver nunca. Su cuerpo se paralizó por completo, su cara empezó a enrojecerse y sus palabras se volvieron tartamudas, sentía que le estaba faltando el aire, necesitaba gritar, llorar, maldecir y muchísimas cosas más para descargar todo lo que estaba sintiendo en ese momento. No pudo decir ni una sola palabra de los nervios. Hueningkai también estaba desconcertado, no sabía porque el pelinegro frente a él, tenía la cara hecha tomate. —hola.. soy Kai. ¿Cuál es tu nombre?

Soobin estaba a nada de morirse por segunda vez. Pero esta vez quería que la tierra se lo tragara y lo escupidera en su cama con sus peluches y su cobijita.

¿De verdad Hueningkai no le recordaba?, por lo visto, sabía el nombre de todos ahí, y sabía, que habían sido amigos en primaria. ¿Era una broma de parte de alguno de los chicos?, ¿Por qué ese hombre tan irreal le estaba preguntando su nombre como si hubiera sido la primera vez conociéndose?

Intento actuar con naturalidad, aunque eso le estaba quemando en lo más profundo de su ser. Los demás chicos no notaban esa indiferencia, solamente estaban en un proceso de presentación como todos. —Soobin— respondió a secas, estrechando su mano con el contrario, el cual le sonrió, haciendo que su corazón palpitará al millón.

—¿venimos a estrechar nuestras manitas solamente?, ¡quiero beber!, vamos adentro ya, bola de maricones— Bufó Taehyun molesto, invitando a todos a que pasarán a la casa donde sucedería todo, todos siguieron al rubio, pasando de largo a las bonitas chicas que estaban de exhibicionistas en la entrada, ofreciendo sexo, alcohol y drogas. Soobin solamente siguió a Beomgyu, aferrándose a su brazo, mientras los demás chicos se adelantaban, yendo Taehyun y Kai al frente.

Estaba decepcionado. ¿Cómo Hueningkai no se acordaba de él?

Para ser honesto, nunca se imaginó volver a verlo. Estaba muy lejos de la realidad esa petición que le hizo al universo desde hace años, para ese entonces, creía que Hueningkai estaba en Busan, siendo feliz, con una novia, criando hámsters y siendo feliz, sin extrañarlo, sin tener sentimientos por él, justamente como era ahora, así de distante. Sin embargo, jamás se imaginó verlo.

Se había puesto tan guapo. Y el atuendo que tenía puesto definitivamente le daba un plus enorme, esa chaqueta de cuero negra y sus jeans ajustados le hacían ver demasiado atractivo. Su rostro seguía igual, a diferencia de que ahora sus facciones se marcaban mucho más, su mandíbula era fina al igual que su nariz, tenía muchos lunares adornando su piel, esos brillantes ojos con los cuales soñó durante años, finalmente los había vuelto a ver. Estaba contento de eso, porque definitivamente se estaba derritiendo por la belleza irreal de ese hombre. Pero a la vez, estaba decepcionado, se imaginaba un reencuentro más lindo, formal y agradable.

Sin duda, estaba nervioso con su presencia. Sus amigos eligieron un rincón de la casa para que Taehyun fuera por algunos tragos en lo que Yeonjun y Hueningkai conversaban, Beomgyu solamente iba en búsqueda de alguna chica linda para ligar un rato, no quería nada serio, ni nada que sobrepasará la noche. Fuera de Hueningkai, el ambiente era agradable. Destellos de colores por todos lados, música genérica sonando por toda la casa, mucha gente haciendo de todo, desde bebiendo, bailando en la sala de la casa, inhalando cocaína, besándose y otros ligando. ¿Se lo imaginaba así?, evidentemente, sabía en donde se estaba metiendo, a excepción de que estaba su crush de toda la vida ahí, a quien llegó a dar por muerto, desparecido o desterrado de la tierra, estaba ahí, frente a sus ojos. Y no podía hacer otra cosa más que verlo reír y tener buena química con Yeonjun aún después de años.

—Soob, ¿qué pasa?, ¿quieres un trago?, ¿quieres que te consiga un ligue?, amigo, tienes que hacer algo, no vas a quedarte como poste aquí toda la noche.— Beomgyu pudo notar su incomodidad, por lo que se mostró preocupado. —no estoy bien, ¿porqué no me dijiste que Hueningkai estaría aquí..?, ¿de dónde carajo lo sacaron..?

—y yo que voy a saber.. espera, ¿qué a ti no te gustaba Kai hace mucho..?— Soobin al escuchar esto, giró su mirada hacia otro lado, tratando de disimular su vergüenza. Lo que Beomgyu aprovecho para poder burlarse. —¡amigo, es verdad!, hey, lo tienes aquí en frente.. ¿por qué no le hablas?, a puesto a que soñaste con volver a verlo, aprovecha.

—Gyu, no es tan fácil como parece.. ¿viste como se presentó conmigo como si no me conociera..?, es obvio que no me recuerda..

—¿y eso?, háblale y hazle saber quién eres, quien sabe, quizá dejes de ser virgen esta noche..— Rió, y Soobin solamente le golpeó con fuerza en el hombro, mientras se sonrojaba por el comentario.

Quizá tenía razón. Debía hablarle.

—tú... ¿podrías ayudarme..?, estoy muy nervioso..

pretty boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora