ochenta y uno.

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El cordero creía que el lobo era su amigo y confiaba en él sin reservas. Incluso él parecía cuidar y proteger al cordero de otros depredadores.

Pero en silencio, la verdad era completamente distinta.

Y ahí estaba él, hirviendo agua en la tetera para poder ofrecerles té y galletas recién horneadas a sus invitados, su hijo y su querido novio quien había estado gustoso de conocer, parecía ser un chico demasiado encantador merecedor totalmente de su primogénito.

—¿ese hombre te hirió?— preguntó desde la cocina intrigado, pues había oído como motivo de su visita y primera queja que el padrastro de su hijo había querido abusar de él, y como venganza, obtuvo una fuerte golpiza. —fisicamente no.

—tu madre llamó hace un rato preguntando por ti, cree que estás viviendo conmigo. Pero tranquilo, no le dije donde estarías.

—¿ella hizo eso..?

—sí, supongo que su hombre llegó lloriqueando a tu casa alegando que fuiste tú el que lo golpeó. Calma, no te harán nada.— fue cuando Sehun se hizo presente en la sala donde estaban ambos chicos, haciendo acto de presencia con una bandeja de plata con los pocos y pequeños aperitivos que tenía para ofrecer. Soobin suspiró ligeramente aliviado, recargandose en el hombro de Hueningkai quien desde que entraron a esa casa, había estado totalmente en silencio. —¿con eso está bien?, puedo pedir algo o..

—estamos bien, gracias.— esta vez habló Hueningkai con frialdad, inclinándose ligeramente para poder tomar su taza y beber el té. —Sehun, tenemos que contarte algo.

—claro, ¿qué ocurre?

Soobin suspiró apenado, era demasiado vergonzoso tener que hablar sobre sexo y encima de todo, explicar a detalle como habían cometido la estupidez de provocar que filtrarán el vídeo. —él y yo tuvimos sexo.

Hueningkai tosió en señal de que se estaba ahogando, no esperaba que su pelinegro fuera demasiado directo, riendo disimuladamente por su reacción ante el comentario. —y tuvimos la brillante idea de grabarnos y..

—oh, así que es eso.. también llamaron por algo parecido, pero creí que era un invento de tu madre.

—¿ella lo ha visto..?— rogó porque el mayor negará, pero no fue así y sólo asintió, sintiendo como su dignidad se desmoronaba junto al humo que desprendía la humeante taza de té en las manos de Hueningkai, perdiéndose en el aire donde no pudiera verla jamás. —dijo que lo habían mandado al correo de su empleo y ahora la han suspendido, por eso llamó la primera vez para saber si estabas aquí, pero sólo le dije que no sabía en donde te habías metido..

Soobin sintió sus tripas revolverse, haciendo que automáticamente tuviera náuseas. —creo que debo ir al baño..— se levantó como pudo y corrió al baño, encerrándose en el cubículo, dejando solos a su padre y a su novio.

Quienes tenían demasiadas cosas por hablar.

—dime Hueningkai, ¿en qué problema te metiste?— preguntó serio, haciendo que el castaño sentado frente a él se encogiera en el sofá. —Jiyu filtró el vídeo y me amenazó con decirle a mi padre si no terminaba con Soobin.

—¿eres idiota?, de todos los culos que pudiste haberte cogido aquí en Seúl, ¿eliges el de mi hijo?, tienes suerte de que puedo hacer que esa mocosa no pueda hacer nada al respecto pero ahora por tu culpa la reputación de ese idiota está arruinada.

pretty boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora