dos.

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La tarde había llegado a su fin, eso significaba que Soobin ya no tendría que ver a su molesto tío.

Estaba enojado con el por qué no quiso darle el segundo vasito de helado que el quería.

¡Lo había ignorado por completo!

Pero Soobin sabía que su tío podría a veces ser un poco despistado.

Sus adorables tías se despidieron de el con un beso en la mejilla, sus primos mayores también se despidieron de el con un choque de puños, Sowon nisiquiera se despidió de el, ¿pero que importaba?

—adiós Binie, la próxima vez que venga prometo traer a Jennie.— le sonrió con inocencia.

—sii, así para que podamos seguir con la reunión de hoy.— también le sonrió, al recordar la pequeña reunión de té que habían tenido esta tarde.

Jennie era la bonita muñeca de trapo de Chaeryeong, a Soobin le gustaba mucho jugar con ella, por qué era ligera, bonita y su cabello era muy bonito.

Las madres de ambos niños sonrieron tímidas por la actitud de sus hijos, claro que a Chaelin le agradaba que su hija se llevará bien con el hijo de su hermana.

Pero ella está acostumbrada a ver a niños varones jugar con autos, pelotas deportivas u otra cosa.

Pero.. ¿jugar con muñecas y con una niña?

Soobin estaba listo para irse a dormir.

Solamente estaba esperando a que su madre viniera a su habitación y le diera su beso de buenas noches.

En lo que esperaba, recordó la situación con Sowon está tarde, ¿por qué su padre le había dicho que no jugará con el?

Marica esa palabra resonaba por su mente, quería adivinar su significado a como de lugar, pero.. no le sonaba, sería mejor preguntarle a mamá.

Yoorim estaba en su habitación cepillandose el cabello después de haber salido de la ducha.

Mientras lo hacía, pensaba en la situación de su pequeño.

Ella no tenía la culpa de haberlo criado de esa forma, es más. Para ella no era algo malo, simplemente Soobin era como es.

Mientras comían juntos está tarde, observo que Jisung y JiHo miraban con asco a su pequeño, no era un germen como para que lo vieran así.

Analizo detalladamente las características de su hijo.

Unas regordetas mejillas rosadas y esponjosas, su precioso cabello castaño perfectamente peinado, ella siempre se ocupaba de cepillarlo, sus bonitos labios rosaditos, su pequeño hijo parecía ser un muñequito de porcelana.

A Soobin le gustaba vestir sus característicos overoles amarillos, el amarillo era su color favorito.

Y en su muñeca izquierda llevaba consigo una pulsera azul de florecitas, está se la había regalado Chaeryeong en su cumpleaños.

Yoorim comenzaba a creer que su hijo si era algo afeminado.

¿Pero que importaba? Era su hijo, y si ella lo aceptaba tal y como era, a los demás no debe importarles.

Olvidó que su bebé estaba esperándolo en la cama aún despierto, así que corrió a darle sus buenas noches.

Entro al cuarto de su pequeño, y ahí lo vio, acostadito mirando hacia arriba.

—demore un poco, lo siento hijo.— se sentó sobre su cama.

—no pasa nada mami.— sonrió por inercia al ver a su madre.

Yoorim suspiro y sonrió, quería hablar con su pequeño respecto a su problema, que obvio, para ella no era un problema.

—pequeño, ¿podemos hablar?

Soobin se asusto mucho, cuando su madre decía eso y en un tono triste, sabía que algo malo pasaba, o algo malo que el había hecho.

—mira.. no tengo ningún problema con el que juegues con tus primas con sus juguetes, me parece muy bien cariño.— acaricio su mejilla, Soobin sabía que no había hecho nada malo.

—pero.. ¿por qué no intentas jugar con tus primos? los niños se llevan mejor entre niños.

Soobin arrugó su nariz, y negó. —no mami, mis primos no me caen bien.

—¿por qué no? Jisung es muy bueno, te podría enseñar a jugar fútbol, ¿no quieres?

Soobin negó una vez más. —no me gusta jugar con el, siempre me dice cosas feas que a mí no me gustan..

Yoorim suspiro una vez más, sabía que algunas veces su sobrino se pasaba con su hijo, llamándolo por el sobrenombre de niñita.

—esta bien, no puedo obligarte a qué lo hagas si no te gusta, pero.. hay otra cosa de la que quiero hablarte.

Soobin la miro atento, su pequeño era muy atento con ella, lo apreciaba demasiado.

—mira.. algunas veces, ¿no te parecen lindos los niños? osea, me refiero al punto de que te gusten..— dijo entre pausas, quería usar las palabras correctas para que su hijo no se confundiera.

—¿los niños? no lo sé mami, no conozco a ningún otro niño más que mis primos, y ellos, iugh, son feos.— hizo una mueca de asco, y su madre solo sonrió.

Soobin tenía razón, no tenía muchos amigos varones como para debatir si su hijo gustaba de los niños o no..

pretty boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora