pretty boy

cincuenta y cinco.

Había pasado una semana después de lo que pasó, y hasta ese día, aún no se quita de la cabeza el beso que se dió con Hueningkai, por más borracho que estuviese, aún lo recordaba, aún podía sentirlo. Después de ese día, durmió abrazado a él hasta las cinco de la madrugada, que fue la hora en la que los demás chicos fueron en búsqueda de ellos. Por la forma en la que fueron encontrados, todos sus amigos han venido molestándole con que probablemente se había acostado con Hueningkai. A él, no volvió a verlo después de ese día, simplemente tomó su camino junto a Yeonjun y Taehyun, a él le tocaba partir con Beomgyu.

Estaba recostado en su cama, mirando al techo, con tantos pensamientos en la cabeza. Una oleada de sentimientos han venido pegando en su corazón hace una semana, sentimientos que creyó haber perdido hace mucho, o que creía, eran cosas de niños. ¿De verdad le gustaba Hueningkai?, cuando de niños habían convivido muy poco, cuando no sabía absolutamente nada de él, cuando solamente había probado sus labios unas cuantas veces. Ahora era sábado y no sabía nada de él, no sé sentía cómodo preguntando a Taehyun por su ausencia, sentía que sería algo entrometido e inoportuno. Pero era demasiado impaciente, esa noche ni siquiera tuvo cabeza para pedirle su número telefónico. Apostaba a que Hueningkai no se acordaba de él y estaba viviendo feliz, sin preocupaciones, mientras Soobin, aún seguía esperando por él.

Ni siquiera estaba seguro de su orientación sexual. Sinceramente, tenía un ligero miedo de ser gay. Su familia durante años le metió prejuicios que quedaron muy marcados en su manera de pensar, sabía que ser gay no era algo malo, pero a él no le gustaba macarse con etiquetas cuando ni siquiera sentía atracción sexual o romántica con algún otro hombre que no fuese Hueningkai. Y eso, lo había venido sintiendo desde que eran niños. Para él, lo ideal es que solamente se quedará como un crush de la infancia, un crush frustrado. Pero su cabeza daba muchísimas vueltas, le gustaba Hueningkai de cualquier forma, desde que inicio la pubertad, el protagonista de sus sueños húmedos siempre fue él.

Tampoco sabía si Hueningkai era gay o heterosexual. Tenía miedo al rechazo, no iba a arriesgar y perder. Lo ideal, era que lo olvidará por completo, el hecho de verlo de nuevo, era algo totalmente incierto.

De pronto, su madre le sacó de sus pensamientos al entrar a su habitación de golpe. -cariño, necesito hablar contigo..

-dime, ¿qué pasa?

-tu tío Jisung acaba de fallecer.

Vaya que esa noticia no se la esperaba. Se levantó de su cama para poder acomodarse en una mejor posición para escuchar a su madre con atención, quien parecía estar alterada, angustiada, en shock. Una gran parte de él estaba feliz por que su tío homofóbico finalmente estaba pudiéndose en el infierno, la última vez que le había visto fue hace años en una comida familiar, donde como era habitual, lo humilló en frente de todos. Desde entonces, era rara la vez en la que él asistía a los convivios familiares, le dolía porque hace años, igualmente no veía a sus primas. Sin embargo , le daba gusto que ya no existiera más. Fingió sorpresa y preocupación ante su madre. -¿qué fue lo que le pasó?

-le dió un paro cardíaco, sé que no quieres exponerte a ese tipo de ambientes y menos sabiendo como fue tu tío contigo. Yo iré al funeral, mi hermana me necesita. Solamente vine a avisarte que te dejaremos en casa solamente por hoy, corazón.. ¿de acuerdo?, eres un niño grande, puedes cuidarte tú mismo. Dejé la comida en el horno para que puedas calentarla, ¿bien?- Agradecía que su madre al menos fuese un poco empática con él al momento de darle la noticia y no obligarle a asistir a lamentar la muerte de un individuo que le llegó a lastimar en muchísimas ocasiones. Si fuera, iría a festejar por su muerte. -bien, y.. lo lamento, supongo. Puedes irte tranquila mami, estaré bien.

Quizá todo fue muy inesperado. Su tío murió de pronto y ahora su madre le dejaba. Suponía que estaría bien.

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