setenta y ocho.

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El resto del día fue terrible, después de sentirse excluido por su propio novio y su hermana no le quedaron ánimos para seguir recorriendo el parque, le mandó un mensaje a su amigo avisando que volvería antes a casa y que cada quien llegará por su cuenta. Le dolió tener que dejar a Hueningkai antes, pero de verdad esperaba otro ambiente, uno donde no estuviese evitando sus caricias, sus besos, sus palabras, sus apodos cariñosos, no soportaba que él le llamará por su nombre frente a Lea y viceversa, sabía que ella no estaba al tanto de su relación, sabía que Hueningkai había mentido y que ni siquiera tenía noción de quien era él. Cansado, pidió disculpas por no quedarse más tiempo en el paseo y se despidió de su novio, no con un beso, ni con un abrazo como él hubiese querido, si no con un horrible choque de puños como si fueran dos amigos completamente heterosexuales. Estaba seguro de que no quería volver a convivir con su familia, al menos no ahora.

Esa noche no volvió a hablar con Hueningkai, tampoco al día siguiente, estaba molesto y decepcionado por su actitud, no quería explicaciones ahora, sólo quería espacio.

Martes por la mañana, un día relativamente normal en el que tomó el desayuno junto a su amigo y su familia, se alistaron para el colegio y salieron a la hora de siempre para tomar el autobús.

—te ves raro desde antier, ¿pasó algo con Kai?— se atrevió a preguntar su amigo después de haberle visto dos días seguidos decaído, sabía que algo pasaba y que ese algo empezaba con H y terminaba con "ueningkai". Soobin negó cabizbajo, además de suspirar pesadamente. —¿y tú?, no me has contado que pasó con Taehyun.

—amigo, no lo sé. Esa vez todo paso demasiado rápido, creo que después de todo sí era gay y después de lo que pasó, yo lo soy ahora.

Soobin arqueó una ceja mirando confuso a su rubio amigo. —¿y ahora?

—estoy enamorado.

No dijo más, pues el autobús llegó. Para su mala suerte no había asientos disponibles, por lo que no les quedó de otra más que distribuirse sobre el pasillo y sostenerse de las azas colgadas en el techo para poder sujetarse. Como de costumbre el camino fue silencioso, Beomgyu con audífonos y él pensativo, ahora que lo pensaba, siempre se ponía a reflexionar en el colectivo, no tenía cabeza para hacerlo en ningún otro lugar que no fuese en el autobús a las siete y media de la mañana.

Pensó en mandarle un mensaje a Hueningkai, pero sería más tarde. Había estado ignorando sus llamadas y mensajes desde el domingo por la tarde, le dolía hacerlo, pero ese sería su castigo por negarlo frente a su hermana, creía que por primera vez haría algo especial por él. Su angustia había pasado un poco, estaba mucho más apto para hablar con él, pero debía ser después del colegio, no iba a llorar entre clases y hacer el ridículo por una situación que probablemente tenía un trasfondo.

Al llegar al colegio pudo percibir la mala vibra caer en automático en él, las miradas de todos sus demás compañeros se posaban en ellos dos como si tuvieran algo fuera de lugar, los murmuros no tardaron en aparecer, ni los apuntes con el dedo, todo el ambiente comenzaba a tornarse extraño.

—¿habremos hecho algo en la fiesta de Taehyun que no nos dimos cuenta?— su amigo presintió lo mismo, quedando igual de confundido que el pelinegro a su lado, pero restándole una mínima importancia. —yo no bebí.. tú sí.

—pero no recuerdo haber hecho nada vergonzoso, ¿por qué nos miran así?

Al llegar al salón de su primera clase, entraron y buscaron a sus dos amigos restantes, pero ellos aún no estaban en su pupitre.

Soobin sintió un balde de agua helada caer por su cuerpo al ver la pantalla del celular de uno de sus compañeros a su lado.

—¡¿pero qué mierda es eso Jeongin?!— gritó el rubio arrebatándole el dispositivo a su compañero para ver con cautela lo que estaba reproduciéndose en su pantalla. Beomgyu abrió los ojos como platos en automático al ver la cara de su amigo en ese vídeo pornográfico. —¿de dónde carajo conseguiste esta mierda?— tiró el dispositivo ajeno al suelo para después tomar al dueño del cuello de su camisa, agitandolo para presionarlo y recibir una explicación.

Soobin sintió sus tripas enroscarse entre ellas, su corazón palpitando dentro de su garganta a punto de salir disparado de su boca y sus ojos llenarse de lágrimas, aquello no podía estar ocurriendo, estaba seguro de que todo era una pesadilla y despertaría de ello muy rápido.

—¡oye cálmate!, no es mi culpa que a tu amigo le hayan filtrado el vídeo. Me lo mandaron hoy por la mañana, he oído que desde ayer lo han estado compartiendo, a mí sólo me lo mandaron, yo no tengo nada que ver en esto..

—¿qué dices?

Al escuchar esto, cubrió sus piernas de la vergüenza al sentir su entrepierna húmeda además de un alivio en lo más bajo de su vientre y miro hacia abajo, la ansiedad del momento le había traicionado y se había orinado en los pantalones. Sintió miedo, vergüenza, enojo, impotencia, dolor, todo un manojo de emociones negativas que le hicieron una mala jugada. Salió corriendo del salón de clases en dirección al baño, donde no tardó mucho tiempo para que se desvaneciera en el suelo y su amigo corriera a socorrerlo.

El video del sábado que Hueningkai había tomado teniendo sexo con él estaba regado por todos lados.

Estaba acabado.

Kamal tenía que saber que nadie le vería la cara de estúpida.

No tuvo aliento para seguir mirando el vídeo que había encontrado en el celular de su novio después de querer compartir las fotografías que habían tomado esa tarde, deslizó por accidente hacia la derecha, encontrándose con un peculiar video de un chico pelinegro totalmente desconocido para ella haciendo cosas indebidas, llegó a pensar que probablemente era uno de esos vídeos pornográficos que los amigos mandaban a los grupos sólo por molestar, no fue hasta que la cámara se giró en dirección a ambas personas, mostrando toda la cara de Hueningkai y ese chico.

Tenía ganas de llorar, de pedir explicaciones y enojarse, pero sería mucho más inteligente. Para el día martes ese vídeo ya estaba regado por todos lados, comenzó mandándolo a los correos de sus amigos más cercanos como Kang Taehyun, desplazándose hacia los amigos de este, los amigos de los amigos. Antes de hacer su maniobra investigó sobre la identidad del muchacho que exhibía en el vídeo su habilidad para hacer ciertas cosas, sabía que se llamaba Choi Soobin, un nombre bastante peculiar para ella.

Min Jiyu se encargaría de destruir la reputación de ambos con sólo un click en su computadora.

Y para la hora que era, sabía que lo había hecho. Al menos con la gente del colegio donde estudiaba ese tal Soobin. Sabía la magnitud de ese problema, la familia de Hueningkai era más conservadora que la propia palabra, sería una lástima que vieran como su hijo se cogía en todas las posiciones existentes a otro hombre, pero como ya se mencionó, ella sería mucho más inteligente y usaría esa estrategia a su favor, no le importaba en lo más mínimo que Hueningkai le haya sido infiel, al final de cuentas, la culpa la tenía ese otro hombre por aparecerse en la vida de su amado Kai Kamal Huening. No iba a permitir que se lo arrebatarán y menos un gato como Soobin.

Mientras tanto, él yacía esperando una respuesta por parte de Soobin en días, lo extrañaba con el alma y debía hacerle saber que estaba dispuesto a enmendar su error, haberle tratado como un completo desconocido mientras estaban con Lea en la feria, no había sido la mejor actitud que había tenido con Soobin, debía disculparse. ¿Pero cuándo?, ¿cuándo se dignaría a contestarle?

Pensaba demasiado. Hasta que un mensaje de Taehyun hizo que su mente se nublará y se enfocará en lo que acababa de leer.

"¿en qué problema te metiste Hueningkai?"

"¿de qué hablas?"

"¿tú filtraste el vídeo, no es así?
¿sabes la magnitud del problema en el que te acabas de meter?"

"no sé de qué mierda hablas Kang, ¿qué sucede?"

"tu vídeo cogiendote a Soobin en mi casa está por todos lados Huening."

pretty boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora