ochenta y cuatro.

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—¿te irás..?, mamá quiere que te quedes a cenar.

—¿puedo quedarme..?

—claro.. creo que al final de todo lo entendió, Beomgyu tenía razón y tú también, gracias por animarme ahí afuera.— se sentó a su lado para poder recargar su cabeza en el hombro del contrario, quien automáticamente le envolvió en un acogedor abrazo. —calma, ya estás a salvo. Le avisaré a Lea que no me espere despierta.

Soobin asintió y se levantó nuevamente de su asiento para dirigirse a la cocina con su madre de nuevo. Al final la vida volvía a sentirse tan tranquila, al final sentía que efectivamente sí se podía tener en conjunto lo que deseaba y quería.

—¿vendrá ese hombre más tarde?

Su madre suspiró. —aún debo hablar con él, te lo prometí. Puedes encerrarte en tu cuarto con él, no tengo problema.— dijo no muy convencida, si quería mantener a su hijo con ella, debía deshacerse del hombre que la lastimaba a ella y a su pequeño. —mami, él te engaña. Yo lo vi, Beomgyu también lo hizo.. no mereces eso, y por si eso fuera poco, intentó abusar de mí.. ¿no te das cuenta?

Efectivamente ella lo sabía. Su pareja era un hombre asqueroso.

Había encontrado conversaciones, fotos y vídeos de su pareja con otra mujer. Sabía lo que había pasado con su hijo. 

—dile a Huening que se acerque, coman algo antes de que él llegue.

—esto me trae muy buenos recuerdos.— dijo mientras se adentraba a la habitación de su novio, muy su estilo, ahora entendía porque eran pareja, eran tan similares y estar en esa habitación era como estar en la suya. —a mi no tanto, pero.. si hablamos específicamente de esos recuerdos, me agrada recordar.— sonrió, haciendo énfasis en la palabra, despertando una ligera duda en Hueningkai a su lado.

Duda que los llevaría a extremos que quizá no debían en ese momento.

—¿a qué te refieres?

—oh, ya sabes.. cuando estuvimos juntos, aquí, en esta cama, con mis tontos peluches, sin nadie en casa, antes de que pasará.. lo que pasó.

—ah.. eso..

Un silencio incómodo se formó entre ambos chicos quienes estaban ligeramente distanciados sobre la cama del pelinegro, uno sentado en cada extremo del colchón, pensando en lo que estaban a punto de cometer. Pronto, el ruido exterior comenzó a hacerse más presente debido a que ellos estaban callados, nadie decía nada y el horrible ruido de la carcacha vieja del padrastro de Soobin llegando fuera de su hogar empezaba a invadir el silencio.

—no creo que quieras escucharlos, ¿o sí?

—no, no quiero ni escuchar su horrible voz. Quizá.. debamos irnos a dormir, mamá dijo que no podemos hacer ruido.— finalmente se levantó de su cama para dirigirse a su armario ligeramente vacío, después de haberse llevado casi toda su ropa a casa de Beomgyu. Buscando entre las pocas prendas que había en el mueble algo que pudiera prestarle a Hueningkai y algo para él, estaba tan ocupado en su labor que ni siquiera notó cuando Hueningkai se levantó de su lugar y se acercó a él, abrazándolo por la cintura, pegando su mentón en su hombro derecho, haciendo que sobresaltará ligeramente por el inesperado tacto. —hey.. ¿qué haces..?

—tu madre dijo que no hagamos ruido, ¿no prestaste atención..?

Sabía a donde se dirigía todo esto.

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⏰ Última actualización: Oct 04 ⏰

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