Su hermano la miró con una sonrisa antes de que ella dijera algo, se veía hermosa con el vestido que habían comprado para ese día, ella se veía insegura, más que de costumbre, sus ojos decían algo que Ethan luchaba por entender, trató de buscar esa mirada en algún recuerdo, sus ojos no estaban tristes, estaban pensando en algún otro lugar del universo y fue ahí cuando Ethan descifró el enigma.
— ¿Quién es? —la miró cruzándose de brazos y ella solo enarcó las cejas—, ¿quién es el chico en el que estás pensando y quieres impresionar hoy? —ella tragó en secos—, ¿Tyler?
— No es Tyler y no sé de qué estás hablando —dijo dándose la vuelta para tomar su teléfono.
— Harry, te prometo que no te mataré o lo mataré a él —sonrió acercándose y la joven bajó la mirada, sabía que sus sentimientos jamás podrían ser comprendidos y ni siquiera sabía si eran correspondidos, solo sonrió y miró a su hermano—, está bien, me lo dirás cuando sepas que sientes —miró su reloj—, es hora Harry.
La chica inhaló y exhaló antes de salir del departamento y bajar para subir al auto de su hermano, y empezar el trayecto. La chica tarareaba la canción que pasaba en el radio.
— Oh señor dime qué quieres de nosotros... —la chica cantó en susurro mirando a la ventana. Su hermano la miró de reojo, ¿qué chico podría ser tan complicado para que su hermana diga eso? Tendría que ser un chico muy inalcanzable y nadie era inalcanzable para su hermana, cosa que lo hacía molestar un poco ¿qué chico se hacía el difícil para su hermanita?
Llegó a la entrada de la universidad y condujo hasta el gimnasio donde sería la cena y toda la gala. Paró frente al edificio y su hermana bajó, callada como una tumba, con el rostro sin expresión pero con un brillo en los ojos imposible de ignorar, ella lo miró y se despidió, su hermano se fue y ella esperó tres segundos antes de caminar a la entrada.
La dejaron pasar y la música de fiesta se escuchaba adentro del lugar, suspiró y entró con la cabeza en el cielo, Harriet tenía el talento de dejar un lugar entero en silencio, no por su apariencia, eso era lo que menos importaba a la hora de enumerar su belleza, tenía la seguridad que cualquier mujer desearía, se movía con destreza, no necesitaba entrar acompañada, no necesitaba un vestido extravagante, aunque si lo usara brillaría tanto como lo hacía ya, podría estar en pijama y aún así deslumbrar con la belleza de su seguridad.
Caminó hasta el área de bebidas, estaba feliz, estaba emocionada, pero quería que Robert la viera, quería que Robert se quedara impactado con su belleza, quería que la sacara a bailar a ella, quería que le sonriera a ella y que la tocara a ella.
Sintió que alguien tomó su mano y giró para encontrarse a Tyler con una sonrisa en la cara.
— ¡Harry te ves increíble! —dijo abrazándola, Tyler lucia un traje que le quedaba muy bien.
No veía a Downey por ningún lado así que solo se limitó a seguir hablando con Tyler que se le veía muy animado. Por otra lado, alguien ya la había visto a ella, y trataba de esconder las ganas de correr hacia ella con tragos de whiskey.
No resistió más y caminó directamente hacia ella sin despegar su mirada, le sonrió a Tyler quien lo miró aproximarse y disminuyó la velocidad de sus pasos y la intensidad de su mirada.
— Señorita Darcy —dijo en un tono grave y casi como un susurro que solo ellos tres escucharían—, Señor Dalton —dijo para aligerar la tensión que surgió en la espalda de la chica—, debo decirles que ambos se ven increíbles —los tomó por los brazos y ambos sonrieron, la chica se tensó al sentir el tacto de Downey en su brazo por lo cual él la soltó con rapidez, lo que menos quería era que la joven se sintiera incómoda con él cerca—, ¿están listos?
— Siempre listos profesor —respondió Dalton y Robert dio un paso atrás, sintió que su presencia no fue bien recibida por la mujer, por lo cual decidió alejarse.
— Bueno, los veré más tarde entonces —dijo y en ningún momento miró a la joven, se alejó dejándolos a ambos ahí parados.
— ¿Cómo estás? —preguntó Tyler con una sonrisa traviesa—, ¿estás lista para el discurso?
— Creo que voy a vomitar —dijo la chica y salió corriendo al baño.
Estaba a punto de vomitar ¿por los nervios, o por el hecho de que Downey ni siquiera la miró? Se miró al espejo, inhaló y exhaló varias veces antes de pararse derecha de nuevo, las ganas de vomitar se habían esfumado, ahora solo estaba su sensación de tristeza al ver que el hombre ni siquiera la había volteado a ver ¿y por qué carajos le importaba lo que un hombre pensara? Si a ella nunca le había importado la opinión de su propio padre ¿por qué ahora la opinión de su profesor le causaba tanta incertidumbre? Ahogó un grito y se guardó las ganas de llorar para más tarde, odiaba esa sensación en su pecho al pensar en Robert, odiaba que su mirada fuera tan importante para ella, odiaba saber que él no se fijaría en una niña cuando podía tener cualquier mujer madura con ojos coquetos y cuerpo de escultura, golpeó el lavabo suavemente con impotencia al sentir que una lágrima se había escapado de la jaula que ella misma había cerrado. Quería huir de ahí, quería perderse entre la gente y no ver a Downey hasta el lunes en clase cuando él estuviera demasiado distraído enseñando como para voltearla a ver. Ahogó otro grito de impotencia con ambos puños cerrados sobre el lavabo, estaba mirando hacia abajo tratando de contener todas las lagrimas que luchaban por salir.
— Si sigues golpeando eso te vas a lastimar —escuchó una voz detrás de ella haciéndola girar a ver al dueño de la voz—, por el amor de Dios, Harry ¿Qué pasa? —dijo el hombre acercándose con velocidad y tomando papel en su trayecto hacia ella, Harry solo miraba los ojos de almendra que tenía en frente mientras le secaban las lagrimas, una mano de Robert estaba sujetando su cara mientras la otra pasaba el papel delicadamente por debajo de sus ojos para limpiar el maquillaje estropeado—, ¿Darcy? —la chica cerró los ojos sin darse cuenta y Robert miró sus labios entre abiertos, gritándole que los probara, Downey entreabrió los suyos para decir algo pero las palabras se quedaron como una simple intención. Robert se separó lentamente con miedo a lo que fuera a hacer si seguía ahí—, no tienes que decir el discurso, lo haré yo —la chica abrió los ojos de golpe y la desilusión de su mirada le clavó un puñal en el pecho a Robert.
— No es eso, profesor —su mirada pudo congelar a Robert si hubiera querido—, soy perfectamente capaz de dar un discurso sin que me tiemble la mano —se enderezó y dio un paso atrás—, le recomendaría que no pase más tiempo en el baño de mujeres —sonrió y salió de ahí con pasos firmes, cada vez que los tacones de Harry estampaban contra el suelo Robert podía sentir su corazón luchando en su pecho por salir corriendo detrás de ella, pero se quedó ahí, con la mirada fija en el suelo y los pies inmóviles, ¿había perdido su oportunidad de ser feliz o había salvado la carrera de la chica y su propio trabajo? Suspiró y salió del lugar antes de que alguien más lo viera ahí.
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Delgada Línea [Robert Downey Jr]
Fanfiction"Hay cosas que me gustaría decirte, pero mejor te dejaré vivir." "¿Señorita Darcy, hay algo que pueda hacer por usted?" "Solo vine a estudiar mi ultimo año de cine y ahora todo se salió de control" TERMINADA. Segunda parte: "Todo lo que dejaste atr...