Ruego [12]

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Do you want me or do you not?

La canción empezó a sonar aleatoriamente mientras ella caminaba por las calles con destino a su trabajo, puso atención a la canción y por un momento se sintió en una película, los audífonos aislaban el sonido de los autos pasando a un lado de ella, se perdió por completo en la escena que ella misma se había montado, trataba de no cantar para que la gente no la viera mal; el sol comenzaba a despedirse de Los Ángeles, la canción continuaba en ella, y no podía hacer más que imaginar a Robert caminando hacía ella como lo había hecho el día anterior, los recuerdos comenzaron a apoderarse de su mente, « ¿Y si no quiero olvidarlo? » la voz de Downey sonó mientras ella recordó como la miraba, sabía que anoche ella pudo haberse entregado a él si hubiera querido, y extrañaba los brazos del hombre, extrañaba su voz y lo acababa de ver hace unas horas, sonrió para ella misma al imaginar cosas que no debían en ese momento.

— Y si él es un asesino serial ¿qué es lo peor que le podría pasar a una chica que ya está rota? —dijo cantando para ella misma mientras entraba al bar y caminaba detrás de la barra saludando a los demás baristas y la gente que ella poco a poco iba conociendo.

Acomodó sus cosas y comenzó a servir los tragos que le pedían, este parecía un viernes más animado y concurrido que de costumbre, pero eso también significaba el doble de propinas, cosa que la hacía sentir bastante feliz con ella misma, el señor Vásquez pasó varias veces preguntándole cómo estaba, después del incidente de semanas atrás, se aseguraba de que su mejor empleada se sintiera cómoda y tranquila en su ambiente de trabajo. Piropos nórmales que ella podía soportar se hacían presentes cuando ella caminaba por el lugar para servir más tragos a los hombres que poco a poco se emborrachaban, cada uno venía con una historia diferente, con una mirada diferente, Michael venia cada lunes después de visitar a su esposa con cancer en el hospital, Roger era un chico que habían echado de su casa luego de que su padre encontrara cocaina en su habitación, Jake iba ahí solo para conocer chicas aunque su esposa y su hijo lo esperaran en casa a diario, él no le agradaba a Harry, odiaba el hecho de que una mujer fuera usada de esa manera, y si conociera a la esposa de ese hombre ya le hubiera dicho lo que debía saber.

— Un escocés en las rocas —la chica giró y sonrió de oreja a oreja al ver al dueño de la voz—, doble... —dijo él finalmente sonriendo.

— ¿Qué haces aquí? —río sirviendo su bebida y pasándosela.

— Dicen que aquí hay una barista preciosa que da las mejores bebidas —tomó un trago—, ahh creo que la encontré —sonrió mirándola—, hola, Harry.

— Hola, Robert —sus ojos brillaban y eran atraídos constantemente por los labios del hombre—, que sorpresa verte aquí —sirvió la bebida de una chica que había llegado con su novio—, creí que no era ético.

— Al diablo lo ético, quería verte —la chica se sonrojó mientras caminaba por el lugar atendiendo—, ¿A qué hora terminas?

— Son las nueve—dijo mirando su reloj—, en tres horas, ¿por qué?

— Voy a dar un paseo nocturno por Los Ángeles —sonrió mirando a su vaso—, por si quieres acompañarme.

— ¿Es una invitación? —preguntó ella sonriendo y secando vasos.

— Creí que a las mujeres no les gustaban las preguntas —sonrió mirándola—, es una orden —la chica mordió su labio riendo.

Delgada Línea [Robert Downey Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora