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Harriet

El sonido del electrocardiograma se convirtió poco a poco en lo único que escuchaba. Todo lo demás era blanco. Y sé que es raro describir el ruido como blanco, pero verdaderamente sonaba al color blanco, mis ojos estaban cerrados y me era imposible hacer un movimiento pero sentía la mirada de Robert sobre mi, sabía cuando estaba dentro de la habitación y cuando salía en su silla de ruedas. Sentía la mano de mi papá presionar con fuerza mi delgado brazo, sentía todo lo que los doctores hacían en mi.

"Lo siento mucho, te amaré hasta la eternidad, Harry" 

Eso fue lo último que escuché decir a Robert, luego escuché su silla de ruedas y jamás volví a sentir su presencia cerca de mi en esta habitación que me encerraba. La angustia me mataría, estaba preocupada por él, quizá le habían dado un pronóstico y yo ni siquiera era capaz de abrir los ojos. Lo intentaba todo el tiempo, mover un poco mi mano, quería gritar y correr a donde sea que él estuviera y decirle que estaba bien, que no se preocupara y que saldríamos adelante. Estaba consciente que para este momento toda la escuela sabía que Robert y yo íbamos en el mismo auto en el momento del accidente, entre todos ellos, mi papá, sabría quién es Robert y me asustaba lo que pudiera pasar si yo no hablaba con él a tiempo.

Después de un tiempo me era más difícil saber si alguien estaba ahí conmigo, no tenía idea de qué estaba pasando a mi alrededor.
Así que me armé de valor, me concentre en mi misma y en mi deseo por despertar.

Sentí mi mano moverse, un poco, un movimiento casi imperceptible, me esforcé más, sentía mi mano y como se movía, como un si algo me atrajera, sentí como algo me jalaba hacia mi cuerpo y empecé a escuchar poco a poco, voces de alguien, de mi hermano, quizá de mi papá, pero por más que me esforzara, no había rastro de la voz de Robert, eso me asustaba más, de repente sentí una descarga eléctrica en mi pecho, ¿estaba muriendo? Me aferré a mi misma y mi deseo de ver a mi familia, a mis amigos, de ver el cielo y el sol, la lluvia... de ver a mi Robert.

— Está con nosotros —alcancé a escuchar a una doctora y me permití relajarme, como si no lo hubiera hecho ya bastante tiempo.

El tiempo pasó y poco a poco pude abrir mis ojos, acostumbrándome a la habitación blanca con olor a medicina que me arropaba, mi garganta me dolía y no podía hacer un solo sonido, no tenía ninguna herida, me parecía increíble no haber tenido ninguna herida después del accidente que tuvimos, pero ¿si no tenía ninguna herida por qué diablos terminé tan mal?

Una enfermera entró y se sorprendió al verme despierta, me preguntó cómo estaba pero después me ordenó que no intentara hablar. Me extendió una libreta y un lápiz donde pude escribir "Robert?" Noté como ella bajaba la mirada y me regaló un simple.

— Está bien —para después irse sin más.

El miedo me consumió ¿qué significaba eso?

Seguida de ella, entró un doctor joven, con un rostro serio y hasta cierto punto sombrío.

— Señorita Darcy —sentí una punzada en el pecho al recordar la manera en la que Robert lo decía—, es un gusto tenerla despierta después de tanto tiempo —fruncí el ceño, el accidente había sido apenas—, Harriet... —me miró intranquilo—, señorita, estuvo seis meses inconsciente.

Me quedé muy quieta, más de lo que ya estaba, y parpadeé varias veces, esto estaba pasando en verdad, me sentía la mujer menos suertuda del mundo.

— Ro... Robert —mi voz salió en un susurro suave, lamentable y miserable.

— El señor Downey salió del hospital una semana después del accidente y jamás regresó... hasta donde sé, se mudó a Nueva York o algo parecido, lo siento mucho señorita, entiendo que él era importante para usted.

Mi corazón de detuvo, tardé en asimilar lo que ocurría, ¿ni siquiera me había venido a ver? No había venido a ver si estaba bien o mal, simplemente se fue, se mudó como si nada hubiera pasado, como si yo no hubiera significado nada de lo que él había dicho, absolutamente nada de lo que decía era real, no era honesto conmigo solo me quería usar.

No me permití derramar ni una sola lagrima por él, no las merecía, él prometió nunca irse pasara lo que pasara, y a la primera oportunidad que tuvo se fue. Robert Downey ya no significaba nada para mi, y yo saldría adelante sin importar nada.

Delgada Línea [Robert Downey Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora