Tres horas antes.
Robert miraba atónito a Rose Young mientras que ella se mantenía en silencio, no sabía que harían, esperaba que solo lo despidieran y que no pasara nada con la carrera de Harriet.
— Robert llevas cinco años trabajando aquí —se detuvo un momento y tomó aire, Downey se mantenía tranquilo en el exterior aunque por dentro, no hubiera nada que pudiera calmar sus nervios—, eso que vimos en el video puede no significar nada, hablamos con Tyler y nos contó que la señorita Darcy había tenido una especie de ataque de ansiedad y tú habías ido a ver cómo estaba —Robert asintió remarcando que eso era lo obvio—, pero entraste al baño con ella Robert y eso puede significar muchísimas cosas si se ven con los ojos equivocados, yo sé que tú no has tenido jamás un problema de estos y sé también que en el caso de que tú estuvieras manteniendo una relación con Harriet Darcy no sería un capricho de mediana edad y que verdaderamente estarías involucrado sentimentalmente con la señorita... pero a pesar de que ella es mayor de edad desde hace varios años, seguirías rompiendo una regla de la institución. Robert yo sé que tú no me mientes —lo miró—, y espero que no lo hagas.
— No lo haré.
— ¿Qué clase de relación mantienes con Harriet Darcy? —se volvió en cámara lenta, inhaló aire pesadamente y luego contestó.
— Es una chica que vive sola en este país después de haber vivido en Inglaterra desde que nació, es mi amiga, la he acompañado a comprar películas y a ver ciertas obras de teatro, ensayamos juntos su discurso para la escena de gala y a veces vamos a tomar un café juntos —contestó con seguridad esperando que eso fuera suficiente y que no haya sido poner la soga en su cuello.
— De acuerdo, te creo, Robert ten cuidado, si tú y esa chica tienen una relación, sean muy cuidadosos, te quiero demasiado, y sé que no me mentiste, pero tus ojos tampoco lo hacen —Robert bajó la mirada—, si el director los descubre y está de buen humor, te va a despedir y hará que dejes California en una semana. Ten cuidado.
El hombre asintió y se levantó, le dio un corto abrazo sobre el escritorio a Rose y salió de la oficina, había pasado más tiempo del que él había sentido. Harriet ya no estaba esperándolo, se golpeó mentalmente y caminó hacia su auto, sentía que lo perseguían y no pensó en su teléfono ni un momento.
Al llegar a su casa, trató de no hacer caso a la ansiedad que se le acumulaba en el cuerpo, se quitó la corbata de golpe lastimando un poco su cuello y desabrochó los primeros dos botones de la camisa, no se dio cuenta en que momento se quitó los zapatos pero ahora sentía la fuerza de sus dedos deshaciendo su peinado, fue corriendo al teléfono fijo y marcó un número que sabía de memoria, después de dos timbres una voz femenina sonó y acudió al llamado de Robert, media hora después la figura de la mujer estaba en la puerta.— ¿Qué hiciste Bobbie? —pregunto entrando.
— Estoy perdidamente enamorado de una chica en mi clase —soltó sin más y la mujer levantó una ceja.
— ¿Volvimos a la secundaria? Te refieres a una alumna —aseguró y Robert asintió—, quieres saber si puedes tener una relación con ella sin el riesgo de ser despedido —asintió de nuevo—, Robert ¿para empezar estás seguro de que la chica te quiere?
— Lo hace.
— No puede ser —lo miró atónita—,ya te acostaste con ella.
— Lizzie... —se quejó Robert.
— ¿Robert y si la chica solo te quiere como sugar daddy? —Downey puso los ojos en blanco como era su especialidad—, está bien, puedo hacer una investigación sobre eso, pero mantente muy cuidadoso con ella, no puedes llevártela desde la universidad a su casa como conozco tu costumbre de caballero —Robert bajó la mirada.
— Lizzie, Harriet es diferente... todo es diferente con ella, lo digo en serio, solo quiero que salga bien, sabes que no tengo esa suerte.
— Espero que salga bien, Bobbie, te lo mereces, pero ten cuidado, piensa si la chica vale lo de tu empleo bien pagado —sonrió y lo abrazó—, voy a irme ahora, me quedaría más tiempo pero tengo que ponerme a trabajar en esto que me acabas de dar.
Robert asintió y la acompañó afuera, ni siquiera se dio cuenta de que iba descalzo, abrió la puerta del auto y ella le dio un abrazo.
— Cuídate, Elizabeth —le dijo antes de cerrar la puerta detrás de ella, se alejó y lo dejo ahí parado.
Tenía que encontrar una solución al problema, y alejarse de Harriet no era una opción, ya sentía demasiado por la joven para dejar ese amor morir por miedo, y no quería que Harriet se sintiera insegura y huyera de él con tal de salvar su carrera, por un momento pasó por su cabeza la idea de ocultarle lo de hoy y simplemente tener más cuidado, pero luego levantó la mirada y observó ese auto que conocía, se encontró con ese par de ojos caoba que lo miraban fijamente, ella estaba ahí, y lo había visto acompañar a una mujer totalmente desconocida para ella a su auto, se miró rápidamente, no tenía zapatos, no tenía corbata y su cabello estaba muy mal, no era la imagen más favorecedora para una explicación.
— ¡Harry, no! —avanzó en cuanto vio que su chica encendía el motor—, déjame explicarte —cruzo la calle y ella aceleró casi dejándolo detrás.
Descalzo.
Pensó en correr hacia su casa y tomar las llaves del auto, pero Darcy frenó y un suspiro de satisfacción ahondó en su garganta, se acercó y observó los brillantes ojos de la joven.
No se lo digas, huirá de ti.
— Estamos en problemas, nos vieron juntos en el baño —soltó con todo el miedo que su cuerpo podía albergar, la chica se quedó callada pero su mirada hablaba por si sola.
— ¿Qué? —logró decir sin más. Robert abrió la puerta de su auto y le tendió la mano.
— Ven, tranquila —la chica tomó la gran mano del hombre y Robert sintió paz al contacto con su piel—, entra a la casa, voy a meter tu auto a la cochera, espérame allá —la mujer asintió y soltó la mano de Robert, él subió al auto del hermano de Harry y lo metió a la cochera tal como había dicho.
Bajó rápidamente y entró a la casa, su casa, donde ahora estaba Harry acariciando al pequeño Alfie, Robert sonrió para sí mismo, amaba a la mujer que estaba ahí sentada y quería pelear para siempre por ella.
— Explícame qué pasó —ordenó la joven levantándose y acercándose a besarlo. El gesto sorprendió a Robert pero aceptó el beso con amor y satisfacción.
— Cámaras de vigilancia, Rose es mi amiga, me llamó y me advirtió, no van a proceder a nada, pero debemos ser cuidadosos, si ese video llega al director yo voy a ser puré de profesor, perdón por ponerte en esa posición, Harry, solo te quedan pocos mese para terminar y no quiero que te pase algo por mi indiscreción.
— Robert Downey eres un idiota —dijo abrazándolo—, ¿Cómo no pensaste en cámaras de vigilancia? Un experto para ciertas cosas y un novato para otras —sonrió.
— Creo que es hora de mostrarte para lo que soy experto —ronroneó en el oído de la chica, y ella sintió que sus piernas perdían fuerza, repetir el acto con Robert sería simplemente mágico y sin duda una experiencia emocionante.
— Sí —suspiró sintiendo las manos de Robert en su cintura—, hazlo, haz lo que quieras —cerró los ojos.
Robert jamás la había visto tan vulnerable y entregada a él, el deseo devoró todo el miedo que había tenido minutos atrás y sintió como Harriet lo decía en serio, estaba dispuesta a complacerlo en ese momento, pero eso a él le daba más deseo de complacerla a ella. No pensó que pudiera pasar con el video, no pensó en la advertencia de Elizabeth que fuera cuidadoso, no pensó en las consecuencias del futuro ni lo terrorífico que podría llegar a ser. Solamente pensó en la mujer que lo hacía sentarse en el sofá y se quitaba la ropa delante de él, solo pensó en la mujer que amaba y que ahora quería de él por segunda vez, y entonces se entregó él también.
ESTÁS LEYENDO
Delgada Línea [Robert Downey Jr]
Fanfiction"Hay cosas que me gustaría decirte, pero mejor te dejaré vivir." "¿Señorita Darcy, hay algo que pueda hacer por usted?" "Solo vine a estudiar mi ultimo año de cine y ahora todo se salió de control" TERMINADA. Segunda parte: "Todo lo que dejaste atr...