Fine Line [28]

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Robert

Me quedé en el auto, la lluvia estaba golpeando con fuerza y sentía que me dolía todo el cuerpo, me aferré al volante y solté una fuerte respiración, y seguí haciéndolo aceleradamente, sentía el ataque de pánico atascado en mi pecho.





Dos horas antes

Hola, guapo —habló la preciosa Harriet asomándose en la ventanilla de mi auto, llevaba una falda negra y una blusa blanca, sonreí extensamente y me quité los lentes mirándola con una sonrisa.

— Hola, bonita —salí del auto y caminé al otro lado abriéndole la puerta—, ¿cómo estás? —cerré la puerta una vez que ella subió y metí mi cabeza por la ventana esperándola.

Mi chica sonrió y besó mi mejilla con dulzura. Reí y caminé hacia mi asiento.

— Aburrida, no hice nada en todo el día, mas que ayudar a Ethan a empacar.

— Te dije que fueras conmigo a comprar discos —la miré de reojo y ella sonrió bajando la mirada, amaba eso de ella, su pequeña sonrisa nerviosa.

— Rob... sabes que por ahí trabaja Ty y podía vernos, y estamos evitando cualquier peligro de esos, ¿lo recuerdas no? —sonreí y continué conduciendo—, ¿Qué es gracioso?

— Tú, cuando te pones en modo regañona —ella carcajeó y me dio un pequeño o golpe en la pierna—, oye oye, sin violencia al conductor, preciosa.

Volvió a sonreír y pude notar que puso los ojos en blanco, estaba llevándola a cenar a la playa después de un día completo de comprar discos y vinilos para mi colección, pero ella se había negado rotundamente a acompañarme.
Miró hacia abajo y encontró los discos que compré, y los analizó por un rato.

— ¿Compraste otro disco de Aerosmith? —me preguntó mostrándome.

— Hey, ese es versión coleccionista —reí—, ponlo, anda —señale el estéreo.

— Eres un viejo.

— Necesito el contexto de ese ataque sin procedente.

— Sigues comprando discos cuando podrías poner música desde tu teléfono —rió poniendo el disco.

— Oye, crecí en los ochentas, además, es Aerosmith, corazón, no es cualquier cosa.

Ella carcajeó y puso play al disco, la música comenzó a sonar con una melodía tranquila de guitarra y sentí la canción vibrando en todo mi cuerpo. Y entonces recordé, que unos meses atrás, yo deseaba conducir con ella a mi lado escuchando Aerosmith, ¿ella? Ella estaba preciosa, brillando de una manera diferente esa noche, despampanante y hermosa. El viento golpeaba su cabello y ella movía su cabeza al ritmo de la canción.
De nuevo, California me daba un momento de felicidad desmedida y latidos de corazón violentos llenos de amor.

— Felicidades, corazón, acabas de rockera al ritmo de Angel —le informé una vez que la canción había terminado.

— Te amo —soltó sin más y sentí mi corazón sonreír ¿que había hecho yo para merecer a esa chica?

— Harry, te amo, pequeña —le sonreí por un momento muy rápido y me estacioné en el restaurante al que íbamos desde un principio.

Delgada Línea [Robert Downey Jr]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora