Ella estaba segura de que el amor no era una necesidad en su vida, después de una gran decepción amorosa había decidido no volver a enamorarse. Él era alguien que al no tenía arreglo, jamás tenía una relación seria porque era demasido joven como par...
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S
eungcheol se quedó congelado, no podía reaccionar, Haeri lo estaba besando pero él estaba quieto como una estatua.
Haeri se separó de él al notar que no había respuesta por parte de él.
ㅡCreí que te gustaba y ahora que me animo a besarte, no obtengo la reacción que espera de tu parte ㅡle dijo ella tomando los cubiertos yéndose de la cocina.
Haeri dejó todo en la mesa y se volteó viendo que Seungcheol aún seguía en la cocina.
ㅡ¿Te vas a quedar a vivir en mi cocina Seungcheol? ㅡpreguntó Haeri haciendo que él reaccionara.
Seungcheol caminó hasta ella y la tomó de la cintura.
ㅡLo siento, estaba en shock y por eso no pude responderte como querías pero ahora lo haré ㅡle dijo él para luego volver a besarla.
Los dedos agarraron se metieron dentro del cabello de Haeri, provocando que un pequeño suspiro saliera de ella. Sus labios se tocaron una y otra vez, sus lenguas jugueteando en un ritual de fuego. Parecía que ambos competían por ver quién era más rápido, más profundo, más placentero.
Haeri se separó unos segundos para tomar aire, notando la cálida mano de Seungcheol sobre sus caderas de manera casi posesivo. No tardaron más que unos instantes en volver a unir sus bocas. Esta vez, fue un beso lento y profundo que los dejó a ambos sin respiración.
ㅡLa comida se enfriará ㅡhabló Haeri sobre sus labios.
ㅡLo que menos me importa ahora es la comida Haeri.
ㅡ¿No te estabas muriendo de hambre? ㅡpreguntó ella.
ㅡSe me fue el hambre en el momento en que me besaste Haeri.
Seungcheol volvió a acercarse a ella para nuevamente depositar un beso en sus labios, un beso que esta vez fue un poco más suave.
ㅡYo si quiero comer Seungcheol, luego seguimos.
ㅡTe tomo la palabra Haeri.
Ambos se sentaron a comer, mientras oían como los perros jugueteaban por todo el apartamento.
Al terminar de comer juntaron los cubiertos y los dejaron en la cocina.
ㅡDeja todo ahí que limpiaré cuando te vayas ㅡle dijo ella.
ㅡ¿Quieres que me vaya ya?
ㅡ¿Tú quieres irte? ㅡpreguntó Haeri.
ㅡLa verdad es que no, no he jugado mucho con Max aún.
ㅡPues entonces ve y juega pero no dejes a Ringo de lado porque es muy sensible.
Seungcheol sonrió y fue hasta el sofá para jugar con los perros, tomó una pelota y ambos llegaron hasta él para comenzar a jugar.
ㅡHaeri ven con nosotros ㅡpidió Seungcheol al notar que aún no había salido de la cocina.
ㅡYa voy ㅡle gritó mientras terminaba de limpiar todo, no quería después tener que limpiar el desastre que habían dejado, así que decidió hacerlo en ese momentoㅡ. Estaba terminado de acomodar los cubiertos.
ㅡVen aquí ㅡle dijo haciéndole señas para que se sentara junto a él.
Haeri fue hasta allí y se sentó donde le había dicho.
ㅡMejor siéntate aquí ㅡle hizo ahora un seña golpeando su pierna.
Haeri dudó por algunos segundos hasta que finalmente accedió hacerlo. Cuando lo hizo, Seungcheol corrió un mechón de cabello que caía sobre su rostro y lo escondió detrás de su oreja.
ㅡEres tan hermosa Haeri, en verdad me gustas mucho ㅡHaeri no se contuvo y se acercó a él para besar nuevamente sus labiosㅡ. Espero que esto no sea un sueño Haeri, porque si lo es, no quiero despertar jamás.
