Capítulo 19: Haciendo las maletas

38 4 3
                                    

*Amy

La noche que rescatamos a Jessica no logré conciliar el sueño. La noche siguiente fue igual, no pude dormir ni un poco. Cuando fui a la escuela todos me preguntaban en dónde estaba Jordan y yo apenas podía contener las ganas de llorar y gritar, no tenía idea de dónde estaba y para colmo no podía contarle a nadie que estaba desaparecido. Por suerte, o por desgracia, llegó el sábado y aunque por un lado me alegraba no tener que ver a nadie para evitar hablar del tema, por el otro ahora que no tenía nada que hacer mi mente no deja de torturarse a sí misma, preguntándose una y otra vez qué había pasado, dónde estaba Jordan y si él estaba bien, en momentos así me arrepiento de ser tan responsable con mis estudios, con todos los deberes hechos no tengo nada con lo que distraerme. Mientras mi mente no paraba de dar vueltas una y otra vez en la misma dirección, recibí una llamada de un número desconocido, por favor que no sean malas noticias:

- ¿Hola?

- Hola Amy - Dijo Amelia con una voz que delataba su cansancio.

- ¿Qué pasa? - Le pregunté sin muchas ganas.

- Escucha - Me dijo con firmeza, esto parece serio - Sé que apenas nos conocemos y que las cosas están tensas entre tu familia y la orden.

- Ve al grano - Le dije con prisa y algo de rabia, no estoy de humor para acertijos.

- Necesito que vengas conmigo y entrenes a Jessica mientras nos dirigimos a Nepal - Me dijo en carrerilla.

¿Esto es una puta broma? ¿Acaso me está pidiendo que deje a mi familia, amigos, mi novio, mi vida entera, solo para ayudarla a entrenar a la hermana de mi novio? Tardé unos segundos en asimilar aquella idea, pero creo que mi respuesta es:

- No - Le dije con la firmeza de una montaña - No iré con ustedes, si es para proteger a Jessica, estoy segura que podrás hacerlo tú sola, pero no cuentes conmigo - Se lo dije luchando para no estallar.

- Por favor Amy - Me suplicó con un tono que me daba lástima.

- ¡No! - Le dije alzando la voz - Escucha, Jordan aún está desaparecido y no voy a parar de buscarlo, así que no cuentes con mi ayuda.

- Está aquí - Dijo justo antes de que pudiera colgar.

- ¿Qué? - Pregunté con genuina curiosidad - ¿Quién está ahí?

- Jordan - Sentía que el alma se me caía a los pies - Y por eso necesito tu ayuda, no puedo proteger a ambos hermanos y los poderes de Jessica son muy impredecibles, casi quema el hotel hace rato, necesito tu ayuda para protegerlos a ambos y entrenar a Jessica - Ahora entiendo todo, pero todavía hay un problema.

- Estaré ahí en una hora - Y colgué.

Bajé las escaleras con gran velocidad, junté a mis padres en la sala y les conté toda la situación y lo que pretendía a hacer, creo que no hay palabras para describir lo molestos que estaban, especialmente mi padre. No lo culpo, yo tampoco puedo creer lo que pretendo hacer, dejar mi vida y a todos mis amigos para escaparme de la ciudad y cumplir con una misión que ni siquiera es mía, yo también me molestaría por algo como eso, es una completa locura:

- No - Dijo mi padre firme y molesto.

- Papá por favor.

- Esta vez concuerdo con tu padre Amy - Genial, mi madre está de su lado, esta guerra será difícil de ganar - No puedes irte así como así ¿Qué hay de la escuela? No puedes dejarla así nada más.

- Además de que la orden no te verá con buenos ojos Amy - Continuó mi padre - Muchos Desertores ni siquiera pueden pisar el perímetro del templo y no mejora para sus hijos.

Libro 2 | Saga Elementos | Aire: La Hija del GrifoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora