Capítulo 10: El despertar parte 1

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*Amelia

Llegué a la escuela y me puse a esperarla junto a un viejo poste frente al edificio. Honestamente, no me animaba a entrar, primero porque aquella mujer podría verme y a diferencia de nosotros los Iluminados, los Oscuros no tienen reparos en mostrar sus poderes en público, solo los ocultan para poder mezclarse mejor, y segundo porque no hace falta, la campana del final del día ya sonó y todos los estudiantes ya están saliendo. La mayoría de estudiantes hablaban sobre cosas tontas, como chicas, novios, entre más, pero otros hablaban de cosas como: ¿Cuál hierba estaba más buena?, ¿Qué chica tenía el mejor trasero?, ¿Cómo iban a entrar a cambiar sus notas? En fin, temas peligrosos en la mente de chicos estúpidos. Finalmente Jessica salió y cuando me vio su cara cambió, parecía estar pensando "¿Qué hace aquí?", "¿Por qué no se va?", "¿Podría ser más guapa?" Bueno, quizás no lo último, pero ya me entienden. Se me acercó y por un momento temí que me fuera a golpear por haberla espiado anoche, pero antes de que pudiera hablar la saludé:

- Hola roja - La saludé como si fuese la cosa más normal en el mundo - ¿Cómo has estado? - Pregunté aparentando estar calmada, pero la verdad es que era un completo manojo de nervios.

- ¿Qué quieres? - Me preguntó directa y sin rodeos.

- Directa al grano ¿eh? - Me agrada esta chica - Seguro piensas que no puedo entrar a la escuela porque me tienen advertida ¿Verdad? - Esa era una suposición un poco arriesgada, pero la expresión en su cara me dice que di en el clavo, justo como esperaba, esa mujer era una maestra en esta escuela de porquería y probablemente había hecho todo lo necesario para que no volviese a entrar en la escuela - Pero la verdad es otra - Su postura se enderezó, como diciendo "¿a qué juegas?".

- ¿Qué quieres decir?

Me acerqué a ella poniéndome a la altura de su hombro, era un poco más baja que yo, aunque no por mucho, quizás unos dos o tres centímetros, su rostro reflejaba inocencia y confusión, sentí lastima por ella, no tenía idea de lo que se avecinaba y sentí una punzada en el estómago, parece que tendré que sacarla de su mundo por la fuerza:

- Aquí no - Le dije casi en un susurro para que solo ella lo oyera - Está noche, en el parque a dos cuadras de Los Rosales, búscame en la fuente que está en medio del parque, a las nueve y media, ven sola, ahí te explicaré todo - Y comencé a alejarme de ella.

Pude escuchar cómo, después de unos segundos, empezaba a caminar de regreso a su casa, decidí tomar la ruta larga para regresar al hotel, era lo mejor, me daría tiempo de evitar que me viera caminar en la misma dirección que ella y podría ir a almorzar algo a un restaurante. Cuando llegué la camarera me ofreció un menú con sus platillos, pedí una ensalada de pollo, un bistec, papas fritas y jugo de manzana. Mientras esperaba a que trajeran mi orden Grif comenzó a hablarme:

- ¿Por qué piensas que irá al parque esta noche? - Me preguntó confundido mientras que yo recibía mi almuerzo - ¿Por qué estás tan segura de que no llamara a la policía o simplemente te dejara plantada?

- Porque yo sé lo que es estar en su situación - Dije en un susurro para evitar que el resto de clientes oyeran mi conversación mental con la legendaria bestia - Sé que ella siente que me conoce, sé que ella tiene la misma sensación que yo tuve al ver a Max por primera vez, sé lo confuso que puede ser esa etapa, sé lo que es querer respuestas, ella irá porque quiere conseguir esas respuestas, aunque su mente lo niegue su corazón y su alma la obligaran a ir para obtener respuestas, irá sola porque siente que debe hacerlo.

Grif no dijo más nada por lo que me dispuse a comer y una vez terminé regresé al hotel, me tiré en la cama, puse una alarma para las 8:00pm y me dormí. Desperté con el sonido de mi alarma y me levanté para darme una ducha, me vestí con algo casual y me fui al parque, no sin antes guardarme la navaja en el bolsillo, solo por si acaso. Una vez llegué al punto acordado tuve que esperar bastante tiempo, ella se había retrasado, cosa que no me sorprende para nada, se hicieron las 10:00pm y finalmente llegó, vestía bastante ropa, llevaba una chaqueta que le quedaba bastante holgada, al igual que unos pantalones bombachos y unas zapatillas marca Adidas, una vez llegó a mi lado le dije:

Libro 2 | Saga Elementos | Aire: La Hija del GrifoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora