Capítulo 25: Las lecciones de los hermanos Anderson

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*Amelia

Bueno, creo que sería bueno aclararles un par de cosas. Washington D.C. le lleva una hora a Kansas City, es decir, si en la capital de Estados Unidos son las 5:00pm en Kansas City son las 4:00pm. Y la diferencia de zona horaria entre Washington D.C. y Nepal es de 10 horas y 45 minutos, lo que quiere decir que si en Washington D.C. son las 12:00am en Nepal son las 10:45am. Para nosotros, los Elementales, los cambios horarios no nos hacen nada, podríamos viajar desde algún lugar en donde acabara de amanecer a un lugar en donde fuese de noche y podríamos irnos a dormir a la hora normal en ese país. Esto sucede porque formamos parte de la naturaleza misma y estamos conectados con su energía. Por lo tanto, podemos adaptarnos a cualquier parte del mundo. Claro, con las limitaciones básicas de un ser humano normal, pero en lo que respecta al sueño y al cambio horario, no hay problema y nuestros cuerpos se adaptan automáticamente a cualquier horario del planeta. En pocas palabras: Podemos irnos a dormir en cualquier país a la hora que queramos.

Desde luego puse mi alarma para las 6:00am y una vez sonó nos levantamos para ir a entrenar, pero antes tuvimos que ir a despertar a Jordan y Amy, pues no todos son inmunes a los efectos del cambio horario y como dije antes: Hay una hora de diferencia entre Kansas City y Washington D.C.

A la pareja le tomó unos quince minutos estar listos, y cuando lo estuvieron todos fuimos a desayunar unos buenos panqueques con jugo de fresa. Una vez terminamos bajamos al sub sótano con dos pares de machetes y cuchillos, cortesía de Jordan que los había comprado ayer junto con otro montón de cosas que son realmente útiles. Antes de empezar con el entrenamiento, teníamos que decidir un orden para entrenar a los hermanos y desafortunadamente Amy y yo no podíamos ponernos de acuerdo:

- Sin ofender Jordan – Dije mientras miraba a Jessica – Pero tenemos que priorizar el entrenamiento de Jessica – Desde luego ni Jessica ni Amy estaban de acuerdo.

- No por el hecho de ser una Elemental soy más importante que mi hermano – Dijo Jessica a la defensiva.

- Además, Jessica ya sabe encender fuego, solo debo enseñarle a manejarlo – Explicó Amy con paciencia, pero saltaba a la vista de que también estaba a la defensiva.

- Tranquilas chicas – Dijo Jordan tratando de calmar la situación, no lo culpo, estas dos podrían quemar el edificio entero durante una tormenta – No se preocupen, si quieren entrenen primero a Jessica y cuando descansen pueden... – Se cayó cuando su novia y su hermana le echaron una mirada asesina.

- Cállate Jordan – Dijeron al unísono.

- Bueno – Dije tras un momento pensando las cosas – ¿Qué les parece esto?: Durante las mañanas yo entreno a Jordan en el combate mano a mano, además de enseñarle a usar armas de corto alcance – Expliqué señalando los machetes y cuchillos que Jordan había comprado ayer – Y mientras yo hago eso Amy entrena a Jessica en el manejo del fuego.

- Y por la tarde hacemos el cambio – Concluyó Amy – Yo entreno a Jordan en el combate cercano, mientras tú haces lo mismo con Jessica.

- Exacto – Dije complacida – ¿Ustedes que opinan chicos? – Le pregunté a los hermanos para saber qué pensaban.

- Por mí está bien – Dijo Jordan levantando los hombros, siendo francos: Él iba a entrenar solo el cuerpo y si todo sale bien terminará siendo un maestro marcial para el final de estas dos semanas.

- Seguro – Dijo Jessica – Siempre y cuando podamos descansar dos horas después de almorzar – Me reí un poco y luego le respondí.

- Seguro – Accedí porque no podía negarles ese derecho – Ahora prepárense para entrenar.

Libro 2 | Saga Elementos | Aire: La Hija del GrifoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora