Libro 2 | Saga Elementos | Aire: La Hija del Grifo

Capítulo 30: La trampa está puesta

*Lucia

Me desperté abrazada a Martha, justo como nos habíamos dormido anoche. El palpitar del corazón de Martha era tan relajante que casi me vuelvo a dormir, pero no puedo darme ese lujo, hoy es un día importante, hoy se decidirá si aún puedo serle útil a la Orden de las Sombras y si aún puedo seguir respirando. Me levanté con cuidado de no despertar a Martha, pero casi logro lo contrario, Martha intentó que me quedara abrazándome mientras dormía, me costó un poco zafarme, pero finalmente lo logré y fui a darme una ducha. Al salir tomé mi teléfono para ver la hora, pero me llevé la sorpresa de que hoy es 13 de mayo, hoy es el cumpleaños número 16 de Jessica. Solté una ligera risa por ello, le voy a dar un regalo que nunca olvidará. Cuando estaba a punto de vestirme fui jalada nuevamente a la cama, Martha acaba de despertarse:

- ¿Te gusta la vista? - Le pregunté entre risas mientras me acomodaba a su lado.

- Sabes que si - Me dijo con un tono coqueto y provocador mientras me daba un beso detrás del cuello - Además, quiero estar así un poco más.

- Solo tengo una objeción - Dije sintiendo la temperatura subir y no en el sentido romántico - Sin sábanas - Y quité la manta que nos cubría - Está haciendo mucho calor.

- De acuerdo, Lucy - Y volvió a abrazarme - ¿Quieres ver algo? - Me preguntó mientras tomaba el control del televisor.

- Pon el CNN - Martha me miró extrañada.

- ¿Noticias? - Preguntó confundida, pero igual puso el canal - ¿Por qué el interés tan repentino en las noticias matutinas?

- ¿Recuerdas cuando esa perra Camaleón intentó seducirme?

- Ni me lo recuerdes - Dijo rodando los ojos con rabia, está celosa.

- Ese día le pedí a Chang que avisara a nuestros contactos en los noticieros de Kansas City que investigaran el asesinato de John Anderson y la desaparición de Jessica y Jordan Anderson - Martha me vio como si acabara de encontrarse con un completo desconocido, no le presté mucha atención y continúe - También le pedí que le avisara a nuestros amigos de la INTERPOL para que bloquearan todas las salidas estatales e internacionales, así no podrán escapar.

- A veces me asusto de lo fría y calculadora que puedes ser - Me reí por eso, pero Martha no, por lo que tuve que sentarme en la cama para hablar con ella de manera sincera.

- No tienes que tenerme miedo, linda. Yo jamás en mi vida te haría daño, tampoco permitiré que alguien te lastime - Acaricie su mejilla y mientras lo hacía Martha tomó mi mano y la puso en mi pecho.

- Gracias, Lucy - Me dijo con una sonrisa de lado - Pero no merezco nada de ti, no te merezco - Eso me asustó mucho.

- Martha ¿Acaso estás rompiendo conmigo? - Le pregunté asustada y con un nudo en la garganta.

- No - Dijo con la voz apagada, no podía mirarme a los ojos - Es solo que... no he sido completamente honesta contigo - Eso me confundió mucho ¿De qué está hablando? Se sentó en la cama y me miró con tristeza - Lucia he cambiado, me volví...

No pudimos seguir hablando porque el noticiero finalmente transmitió la noticia de los Anderson, habían puesto una foto de Jessica, de su hermano Jordan y un retrato hablado, extremadamente preciso, de la Elemental de Aire. Debí haberme sentido feliz e incluso debí haberme reído como una loca, pero no podía hacerlo sin preocuparme de lo que le pasaba a Martha:

- Martha ¿Qué te pasa? - Le pregunté sin comprender nada.

No entiendo nada de lo que le pasa, primero va tras Jessica sin cuidado y ha querido decirme algo importante, pero siempre nos interrumpen, lo noté en nuestro paseo hace unos días y ahora el noticiero. No entiendo nada de lo que le pasa: