Capítulo 11: El despertar parte 2

37 8 0
                                    

*Amy

- Buenas noches mamá - Le dije a mi madre mientras me acostaba en la cama.

- Buenas noches cielo - Me respondió ella desde su cuarto.

Me tapé con las sábanas y me acomodé en la almohada, cerré los ojos y fui transportada al mundo de los sueños. Estaba en el baile de fin de curso de hace un año, afuera del gimnasio hablando con Jordan como los grandes amigos que éramos, solo que esta vez yo miraba la escena como una simple espectadora, viendo a mi versión de quince años hablando con el chico al que estaba a punto de besar:

- ¿Sabes Jordan? - Lo llamaba mi versión más joven - Es raro, sé que tú no sientes lo mismo, pero igual me pregunto si es posible.

- ¿A qué te refieres? - Preguntó confundido, pero al mismo tiempo podía notar la esperanza en su voz, algo que no pude notar hace un año.

- Jordan - Dijo mi yo más joven para después tomar aire - Me gustas - Le soltó con la mirada llena de ilusión y tristeza porque sabía que estaba a punto de ser rechazada - Me gustas mucho, como algo más que un amigo - Jordan tenía una expresión de confusión, miedo y alegría en la cara, pero antes de que mi yo joven pudiera empezar a alejarse él le dijo.

- Pensé que era el único que se sentía así - Y mi yo más joven se volteó hacía él y le dijo con cuidado.

- ¿Puedo? - Jordan asintió, ella se acercó a él y lo besó con suavidad y delicadeza.

Recuerdo que nuestro primer beso fue lento, suave, dulce, torpe, pero sobre todo puro, el primer beso de ambos, dado en un lugar especial, con el ambiente adecuado, era perfecto. Quería seguir mirando aquella escena, pero entonces me desperté y me di cuenta de que me llamaban por teléfono. Al principio pensé que era Jordan, pero inmediatamente descarté la idea, primero porque él jamás me llama tan tarde y segundo porque el número que aparecía en mi teléfono era desconocido, no lo tenía registrado entre mis contactos. Contesté la llamada esperando que fuese alguien que se equivocó de número, pero no fue así:

- ¿Hola? - Dije para después dar un fuerte bostezo.

- Amy - Era la voz de Amelia, se oía débil y cansada, como si estuviese herida - Necesito ayuda.

- ¿No puede esperar a la mañana? - Pregunté rascándome los ojos a punto de quedarme dormida de nuevo.

- Es Jessica - Dijo sin aliento y podía escuchar como tosía - Escapó, los Oscuros están tras ella - Volvió a escucharse como tosía y esta vez escupía, eso me preocupó mucho - Y el Fénix está despertando - Un escalofrió recorrió mi espalda al escuchar eso.

- ¿Dónde estás? - Pregunté completamente despierta ahora.

- En el parque - Y volvió a toser - A dos cuadras de Los Rosales.

- Vamos para allá - Y colgué el teléfono.

Me levanté y salí corriendo al cuarto de mis padres. Cuando entré me di cuenta de que estaban profundamente dormidos, mi padre hasta roncaba, y habló de los ronquidos de un elefante con el tabique nasal desviado mientras está teniendo una pesadilla:

- Mamá, papá despierten - Les dije con suavidad, pero no me hicieron caso - ¡DESPIERTEN! - Grité pero nada, el Plan A fracasó rotundamente.

Fue entonces que no tuve más remedio que ir a mi cuarto y buscar mi encendedor para poner en marcha el Plan B, regresé al cuarto de mis padres, solo para confirmar que seguían durmiendo, y los ronquidos de mi padre inundaban la habitación. Supongo que mi madre tenía el sueño pesado mucho antes de casarse. Encendí una llama y de ella saqué tres bolas de fuego, las hice volar encima de ellos, esperando que la luz y el calor pudieran despertarlos para no tener que usar el Plan C, y desde luego así fue:

Libro 2 | Saga Elementos | Aire: La Hija del GrifoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora